Al cumplir un año al frente de la Fuerza de Tarea Titán —con jurisdicción en Chocó, el general Javier Alonso Díaz, advierte que en su región no se ha cumplido el cese uniltareal de las Farc y que aunque cree en la paz, en la zona hay otros actores armados que se deben combatir.
El general Díaz llegó a Chocó como reemplazo del general (r) Rubén Darío Alzate, quien fue secuestrado hace un año en el corregimiento Las Mercedes, cerca a Quibdó. Del famoso documento Chocó 2038, en el que estaba trabajando Alzate, dijo que ya se lo entregó a la Gobernación.
¿Qué ha pasado este último año con el corregimiento Las Mercedes en donde secuestraron a su antecesor el general (r)
Alzate?
“Lo que pasó allá fue coyuntural, fue una situación que no debió pasar. Ese corregimiento fue uno de los primeros que visité, estuve allá, pusimos un parque infantil, arreglamos la escuela y la iglesia”.
¿Usted cree en el desminado humanitario del que
hablan las Farc?
“Eso solo se está dando en Antioquia y no más, hasta ahí. Pero en el resto del país el desminado lo está haciendo el Ejército en una labor diaria. Cada tres días estoy desactivando una mina, es decir, cada 72 horas. Los lugares donde más hemos desactivado minas son Cacarica, el Carmen del Darién, Riosucio”.
En Chocó, ¿qué guerrilla está más fortalecida: las Farc o el Eln?
“Es complicado responder esa pregunta. Aquí no hay fortalecimiento. Aquí ambas guerrillas están dedicadas al narcotráfico, a la extorsión, a la minería ilegal. Lo que sí hacen es que tienen muy atemorizadas a la población indígena”.
General, ¿por qué dice que el narcotráfico es la mayor fuente de financiamiento si en Chocó hay un tema de minería criminal complejo?
“Son los dos. Tanto la minería como el narcotráfico. La minería la hacen campesinos, los lugareños, pero hasta ese sitio llegan las Farc y el Eln y los extorsionan. No hay ninguna denuncia, todos los mineros pagan extorsión”.
Hace varios meses el Ministerio de Defensa le declaró la guerra a la minería y los que estaban más preocupados eran los mineros tradicionales. ¿Si es tan fácil declararle la guerra a la minería?
“¿Por qué no hacemos la minería legal? ¿Por qué no cumplimos las leyes? Es que si eso no pasa, vamos a seguir en lo mismo. Por eso, el día de mañana la minería tiene que ser legal. Es que mire, en el tiempo en que llevo aquí me he dado cuenta que el Chocó no necesita vivir de la minería porque aquí hay un potencial en biodiversidad impresionante, hay mucha agua, es más, deberían construir muchas fábricas de agua. No necesitaríamos de la minería”.
¿Las Farc han respetado el cese unilateral en Chocó?
“No. Ellos siguen dedicados al narcotráfico, a la minería ilegal a la extorsión. Están dedicados al proselitismo armado. Llegan a una comunidad vestidos de civiles con sus fusiles. Eso sigue atemorizando a la población civil”.
¿Usted cree en la paz para una región en la que no hay agua potable ni
energía?
“La paz se puede dar y creo en ella y más para Chocó. Lo que sucede es que mucha gente de afuera ha venido a dañar esta región”.