Durante años, los hermanos Pablo Felipe y Santiago Prada Moriones se movieron como prósperos empresarios en distintos sectores económicos. Se presentaban como inversionistas en construcción, tecnología e incluso proyectos inmobiliarios, pero detrás de esa fachada manejaban una compleja red de lavado de dinero que creció al ritmo del narcotráfico.
Ambos, conocidos con los alias de Black Jack y “Marcos”, estaban al frente de una organización que recibía grandes sumas de dinero producto del envío de cocaína a Europa. Las rutas partían desde los puertos de Turbo (Antioquia), Santa Marta, Barranquilla, Cartagena y Guayaquil (Ecuador), con destino a países como Bélgica, Francia, Holanda y España. Allí, las ganancias eran transformadas en supuestas inversiones legales a través de sociedades de papel y transacciones financieras difíciles de rastrear.
Le puede interesar: ”Es un plan pistola aleatorio en todo el país”: guardianes del Inpec evalúan renuncia masiva
El tercer hombre clave en la red era Carlos Ariel Zuluaga Lema, alias Cejas, quien se encargaba de coordinar movimientos de dinero y contactos internacionales. Juntos, los tres lograron lavar al menos 182.000 millones de pesos, según la investigación de la Fiscalía. El manejo contable estaba en manos de Brenda Yineth Pineda Bedoya, alias La Contadora, y de Jimmy García Solarte, quienes fueron capturados en Medellín y Pereira.
El proceso de la Fiscalía General de la Nación con el apoyo del grupo GRAOS II de la Policía, la DIJIN, la Guardia Civil Española y Europol, permitió exponer cómo esta red movía los recursos ilícitos a través del sistema financiero y de billeteras virtuales, algunas bajo nombres falsos o de difícil rastreo.
Gracias a las notificaciones rojas de Interpol, los hermanos Prada Moriones y alias Cejas fueron capturados en España y están a la espera de su extradición a Colombia. Mientras tanto, La Contadora y Jimmy García ya fueron presentados ante un juez de control de garantías e imputados por lavado de activos y concierto para delinquir.
Entérese: En ataque a funcionario de la Alcaldía y actos de vandalismo terminó la marcha pro-Palestina en Medellín
La Fiscalía también logró afectar bienes y propiedades de la organización. Se impusieron medidas de embargo, secuestro y toma de posesión sobre 17 inmuebles rurales, 8 urbanos, 15 vehículos, 5 sociedades y 4 establecimientos de comercio, ubicados en Pereira, Cartagena y Bogotá, con un valor estimado de 53.000 millones de pesos. Además, fueron ocupados otros bienes por un valor cercano a 2.200 millones de pesos.
Con este golpe, las autoridades lograron desarticular una de las redes más sofisticadas de lavado de dinero ligadas al tráfico de cocaína desde Colombia hacia Europa. Detrás del lujo y los negocios aparentes, los Prada Moriones y sus socios movían fortunas construidas sobre el crimen.