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La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) le solicitó a la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, la explicación y los documentos para sustentar la sugerencia hecha por su despacho para hacer uso de los tapabocas de tipo quirúrgico, puesto que, según había comunicado esa Alcaldía, los elaborados de tela no garantizan la protección frente al covid-19.
“Este requerimiento se formula en la medida en que la recomendación podría afectar la dinámica de competencia en el mercado de los tapabocas en Bogotá”, precisó la entidad.
En el texto de la SIC se lee que López tendrá plazo hasta el miércoles 3 de febrero para enviar la información requerida por el ente supervisor.
Fue el secretario de Gobierno de Bogotá, Luis Ernesto Gómez, quien durante una rueda de prensa el 27 de enero recomendó usar los tapabocas quirúrgicos convencionales, e incluso, afirmó que ante un nivel de riesgo más elevado, quienes lo necesiten, deberían utilizar los N95, cuyo uso, inicialmente, estuvo priorizado para el personal de la salud.
Según el funcionario, la sugerencia es producto del análisis realizados a los estudios de la Secretaría de Salud capitalina y a los hallazgos de expertos internacionales. En línea con ello, Gómez expuso que los tapabocas elaborados en tela fueron “fundamentales” cuando había desabastecimiento. No obstante, conforme a sus palabras, dada la actual disponibilidad, la recomendación es optar por los quirúrgicos.
Algunos cibernautas consideran que la revisión por parte de la SIC es exagerada, aunque algunos coinciden en que este tipo de anuncios pueden alterar las fuerzas del libre mercado y poner en desventaja a los distribuidores de tapabocas no quirúrgicos.
Argumentos internacionales
Según el más reciente reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mascarillas quirúrgicas están recomendadas para población que estaría en alta exposición al virus y personas que cuentan con comorbilidades que provocarían un cuadro más grave de covid-19.
Por otro lado, los de tela son recomendadas para la “población general de menos de 60 años y que no tengan afecciones de salud subyacentes”, dicta la autoridad en salud, medida que expertos ponen en duda a través de artículos científicos en los que se ha dilucidado que, debido a la variedad de tapabocas en el mercado, es difícil detectar la capacidad efectiva de todos ellos.
Sin embargo, se sabe que en Alemania, considerado un país pionero en el estudio de las mascarillas, el estado de Baviera exige el uso de los tapabocas quirúrgicos en espacios públicos y en el transporte masivo.
“Si el virus se vuelve más peligroso, las mascarillas deben ser mejores”, dijo Markus Söder, ministro presidente del estado de Baviera, según citó The Washington Post. Por otro lado, consejeros en salud del gobierno de Francia consideran ineficiente la mascarilla de tela y argumentan que no tiene suficiente protección.