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Ante todo la verdad. Esa es la premisa más importante que se debe tener en cuenta cuando llega el momento de hablar sobre la sexualidad con los niños en el hogar.
A partir de la sentencia de la Corte Constitucional que dejó en firme el artículo 14 de la Ley 1146 de 2007, que establece que la cátedra de sexualidad solo debe ser impartida en los establecimientos de educación media, el rol de la casa y los padres en la orientación de este tema en los primeros años del desarrollo del niño cobra mayor importancia.
Como lo señala el sicólogo y director de Casa del Alma, Alejandro Carvajal Quiceno, desde el momento de la concepción, a toda persona se le imprime genéticamente una característica sexual, “que hace parte de la vida de todas las personas, sin excepción”.
Por eso desde los primeros años las inquietudes sexuales son frecuentes. Es una condición natural y lógica en los niños.
También es natural que para resolver las dudas que van apareciendo, las primeras personas a las que acuden los más pequeños son sus padres, o quienes tienen la misión de cuidarlos.
Una de las dificultades es que a través del planteamiento de sus inquietudes, los niños se den cuenta que estos temas pueden ser mencionables o no en el entorno de la casa, dice Carvajal Quiceno.
Y cuando el hogar no presenta la suficiente apertura para tratar de manera tranquila y natural los temas relacionados con la sexualidad, el peligro es que los niños reciban información de fuentes externas, que pueden estar cargadas de errores y mitos, o buscan una intención que puede atentar contra el propio pequeño.
Cuando se trata de abordar los temas relacionados con la sexualidad, algo que siempre deben tener en cuenta los padres es no esconderse ni dudar frente a las dudas de los pequeños.
César Sierra, sicólogo y docente del Politécnico Grancolombiano, explica que las primeras preguntas de los chicos aparecen hacia los 3 años, orientadas hacia indagar de dónde venimos.
Para el especialista, las respuestas que se les deben dar cuando preguntan sobre estos temas deben ser lo más naturales posibles, eso sí, respetando el nivel de lenguaje que tienen los niños en ese momento, para no confundirlos.
Tampoco es necesario abrumarlos con un mar de información que no pueden abarcar por su edad. “Los temas se deben abordar cuando ellos lo planteen, y hay que responder lo que ellos pregunten”, plantea el profesional.
En la cotidianidad de la casa, agrega Alejandro Carvajal, se presentan momentos propicios para abordar los temas de manera natural. “A la hora de bañarse, de vestirse o de acompañarlos a hacer sus necesidades se les puede hablar sobre las partes del cuerpo, la intimidad, las zonas erógenas y qué significa “privado y público” en relación a lo sexual.
Las inquietudes de los niños frente a los temas de sexualidad tienen un proceso evolutivo, acorde con los diferentes rangos de edad.
El docente del Politécnico Grancolombiano plantea que hacia los tres años, la pregunta está relacionada con el proceso de ¿cómo nacen los niños, de dónde vienen?
Unos años más adelante, hacia los 9, es importante comenzar a abordar con ellos su corporalidad, en especial ad portas de vivir los cambios propios de la adolescencia. “Hay que tener en cuenta que se vienen unas transformaciones físicas importantes. Hablar sobre el manejo de su cuerpo, su cuidado, y darles a entender que requiere un manejo responsable, tener un amor propio, que nadie más tiene que ver con él”, afirma Sierra.
Y cuando los niños crecen y comienza su transición a la adolescencia, ya los temas derivan al manejo de las relaciones interpersonales, orientación sobre una relación de pareja y cómo se debe llevar.
Es importante que al hablar sobre la sexualidad, los temas no se limiten a lo reproductivo, aconseja Carvajal. Es un tema que debe ir mucho más allá, porque se aborda tambipén desde las relaciones.
“La sexualidad incluye una amplia gama de subtemas, como el cuerpo masculino y el femenino y cómo funcionan, el desarrollo humano, las caricias, cambios hormonales, los géneros sexuales, el aseo, tipos de relaciones, en qué consiste una relación sana y una enfermiza, la masturbación, conducta sexual, la reproducción, cómo evitar el embarazo y cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual”.
¿Cómo abordar la llegada del período menstrual y qué significa? Explica Ana María Correa, vocera de la firma Nosotras que adelanta una campaña educativa con niñas y adolescentes de distintos colegios, en la casa es importante el papel de información adecuada en torno a los cambios que presentarán las jovencitas en su desarrollo corporal, fisiológico y sicológico.
Desde que son pequeñas, anota, tendrán preguntas sobre el tema, en especial porque ven a su mamá en función de prepararse cada mes para ese momento de la menstruación y “a partir de los 8 o 9 años, que es el tiempo más cercano a su primer período, es cuando pueden sentarse formalmente a hablar con ellas. Es un tema de responder preguntas con naturalidad”.
Una buena actitud frente al tema desde casa, es un paso importante para formar niños y jóvenes más sanos en todos los órdenes.