Amenazando con palos y armas blancas tipo machete, cerca de 300 personas habrían retenido desde el pasado 7 de mayo a tropas de la segunda división del Ejército que cumplían con trabajos de erradicación de cultivos ilícitos en Tibú, Norte de Santander. Así lo denunciaron las Fuerzas Militares, que a través de un comunicado señalaron que los soldados continúan rodeados por quienes, al parecer, serían cultivadores de hoja de coca.
Desde la vereda Los Cuervos, estos pobladores “obligaron al personal a dirigirse hacia la base militar de Caño Indio, área rural de ese municipio, donde les han estado impidiendo salir de la base”, señaló la división comandada por el Mayor General Omar Esteban Sepúlveda, que agregó que los cocaleros “interrumpieron el suministro del fluido eléctrico y el suministro de agua, servicios esenciales para la subsistencia del personal en la base”.
En el comunicado, el Ejército relató que mientras se obligaba a los soldados a desplazarse desde Los Cuervos hacia la base militar, un grupo de aproximadamente 150 personas pretendía hacer lo mismo con otro grupo de militares y policías, esta vez en el sector de las Palmas, “con el fin de concentrar al personal de la Fuerza Pública e impedir su movilidad, para lograr el control del área”.