La firma de ocho nuevos Contratos Plan en regiones que históricamente han sido afectadas por el conflicto armado como El Catatumbo y Montes de María es una de las apuestas que tiene listas el Departamento Nacional de Planeación, DNP, y que se espera se concreten este año ad portas de la firma del proceso de paz. De acuerdo con Planeación, se canalizarán recursos para 34 municipios en once departamentos.
Así lo reveló Santos Beltrán, gerente general de Contrato Plan del DNP, quien en conversación con EL COLOMBIANO reveló además que los siete Contratos Plan pilotos avanzan todos en una ejecución superior al 50 por ciento. Explicó que entre todos tienen un presupuesto de 14 billones de pesos y están en ejecución cerca de 10 billones.
¿Cuál ha sido el impacto de los Contratos Plan?
“Consideramos que en las regiones hay un antes y un después de los Contratos. En Santander toda la dinámica de la infraestructura vial estuvo jalonada por los Contratos Plan; en el norte del Cauca el impacto en vías terciarias fue muy importante. En general, la visión que se tiene en las regiones es que esta figura ha sido idónea para la movilización de recursos y la focalización de proyectos en la región”.
En su momento se dijo que el contrato del Gran Darién fue difícil arrancarlo por la coordinación entre gobernaciones. ¿Se lograron superar esas dificultades?
“Ese contrato fue el piloto y por esa razón tuvo todas las debilidades propias de la inexperiencia. Este contrato une a tres entidades territoriales con distintos grados de desarrollo como Antioquia, Chocó y Córdoba y además tuvo una construcción de los proyectos muy variopinta lo que hizo que fuera difícilmente coordinable. Pero hemos avanzando en esto y en este momento se han logrado reducir los errores que se pudieron presentar en un primer momento”.
¿Cuáles fueron las lecciones aprendidas de ese primer paquete de Contratos Plan?
“Esta primera etapa nos permitió ensayar la institucionalidad, es decir, nos permitió construir la forma a través de la cual había que administrar y generar los procesos de gestión en el territorio y segundo, nos enseñó a articular la inversión desde lo nacional con lo territorial”.
¿Qué sigue después de estos primeros contratos?
“Viene una tarea más fuerte aún y es que el Contrato Plan se convierte en Contrato Paz. Se convierte en una herramienta de focalización y gestión de la inversión intergubernamental para los territorios afectados por el conflicto armado. De tal manera que nos vamos a enfocar en las regiones para resolver no solo los problemas de brechas sociales sino también para tratar de construir región en el marco de una sociedad que se asoma al posconflicto”.
¿Cuántos Contratos Plan tienen estructurados para el posconflicto?
“Ocho. En este momento ya tenemos avanzado la negociación con Caquetá, Meta y Guaviare que será un solo contrato. Avanzamos en la negociación con la región de Montes de María con los departamentos de Bolívar y Sucre; tenemos los primeros acercamientos con Norte de Santander exactamente con los municipios del Catatumbo; hay un avance importante con la Gobernación de Putumayo. También queremos un segundo momento para la zona del sur del Cauca que fue muy fuertemente golpeada por la violencia, y tenemos un par de contratos que apenas están en ciernes en Guainía que tendría como orientación el Crecimiento Verde y otro estará en la zona de Buenaventura”.
En estos Contratos Plan ustedes van a tratar de unir nuevamente la institucionalidad de varios departamentos, sabiendo que con el Gran Darién fue tan complejo, ¿por qué insistir?
“La región de Montes de María es una región completa en términos geográficos, sociales y culturales. De tal manera que juntar Sucre y Bolívar no es un ejercicio forzado. En Meta y Guaviare tenemos una situación parecida y es que estos son territorios que han venido desarrollando procesos de colonización conjunta y se entienden también como una sola región. Ahí tenemos mayor institucionalidad”.
¿Cuántos recursos tiene para estos contratos?
“Los Contratos Plan son una iniciativa que se va construyendo con una negociación programática, presupuestal y de compromisos, que tiene una fuerte orientación política, en el mejor sentido del termino, es decir, son una apuesta de las regiones, una identificación de proyectos y una confluencia de esos proyectos para su financiación, de tal manera que no tenemos un montón para su financiación porque eso depende de los esfuerzos de los sectores”.
¿Cómo es el proceso de selección de los proyectos?
“Este es un proceso de negociación. El territorio presenta sus apuestas. Eso se cruza con los proyectos de Nación y con las líneas de inversión que ha señalado el Plan Nacional de Desarrollo. Se comienza a construir una lista por priorizar y se revisa en cada Ministerio para jalonar inversión y para ponderar esos proyectos”.