Sin saber a qué se debía su extraño comportamiento, una mujer de 26 años en Neiva intentó auxiliar a su gato, en medio de lo cual recibió una mordedura que más de tres semanas después cobró su vida en una unidad de cuidados intensivos en la clínica Uros.
Este miércoles, doce días después del fallecimiento, el Ministerio de Salud informó que tras el análisis del cerebro de mujer fallecida, se confirmó que se trató “de rabia silvestre, una variante genética de murciélago hematófago”. La hipótesis que manejan las autoridades de salud es que el gato probablemente cazó al murciélago y en medio de esto fue mordido por el animal y así se infecto, pues no estaba vacunado.
Tras la tardía reacción de la mujer, que demoró casi un mes desde el incidente para reportar el suceso y solicitar atención médica, la EPS informó de la sintomatología a la secretaría de Salud de Huila y esta remitió el caso al Instituto Nacional de Salud que desplazó un equipo de reacción inmediata para el análisis del caso y coordinar con las autoridades locales medidas adicionales en conjunto con Minsalud. Desde el 28 de septiembre se declaró alerta roja en 37 municipios de Huila para que autoridades emprendieran tamizajes a perros y gatos, tanto domésticos, como callejeros.
Desde el momento en que se conoció el caso, las secretarías de Salud de Neiva y Huila y otras autoridades competentes como el ICA emprendieron de manera simultánea una intensa campaña de vacunación y la investigación epidemiológica para conocer posibles zonas afectadas, de las cuales pudo haberse originado la enfermedad zoonótica que le costó la vida a la mujer.
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“Logramos cubrir el 61% de nuestra meta de vacunación contra la rabia a perros y gatos. En decenas de barrios y comunas logramos identificar y atender mascotas que requerían vacunación”, manifestó Lina María Rivas Dussán, secretaria de Salud de Neiva.
Un total de 26 equipos cubrieron las comunas de Neiva, principalmente la 10, donde residía la mujer fallecida y que se encuentra cerca a quebradas y el reservorio El Curibano. La investigación epidemiológica se extendió a municipios como Aipe, Tello, Rivera y Palermo, en este último se había hallado el último caso de rabia en un animal de producción, en 2011, mientras que en el municipio de Yaguara, en 2016, se había reportado el último caso de rabia en un murciélago, hasta la confirmación realizada esta semana por el INS.
Más cuidado y menos pánico
El veterinario opita Adolfo León Arango cuenta que desde que se conoció el caso de la mujer fallecida por rabia aumentaron en Neiva los casos de abandono de mascotas, principalmente gatos.
“El problema en los últimos días se ha presentado especialmente en las comunas 9 y 10 (cercanas a zonas rurales). Es frustrante porque demuestra que a pesar de las campañas y la constante sensibilización la población todavía no entiende que algo tan sencillo como la tenencia responsable de mascotas, entre lo cual es fundamental mantener al día el esquema de vacunación, lo cual no es complejo porque las secretarías adelantan constantemente campañas de vacunación gratuita y en caso de ser particular tampoco es costoso, a partir de $10.000 se puede aplicar una vacuna antirábica en una veterinaria”, precisa.
El Gobierno Nacional adquirió 6.469.000 dosis de vacuna antirrábica para perros y gatos, con una inversión de $3.965 millones. La meta de vacunación para 2020 es vacunar más de seis millones de perros y gatos.
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Además, el Ministerio adquirió 200 mil dosis de vacuna antirrábica humana y 25 mil viales de suero para atender cualquier situación generada por mordedura de animales infectados con virus de la rabia. Esta inversión superó los $11 mil millones de pesos con el Fondo estratégico de la Organización Panamericana de la Salud.
Este año se han notificado 75.911 casos de agresiones a humanos por animales potencialmente transmisores de rabia, lo que significa un 26,6% menos en relación con el mismo periodo en 2019.
Por entidad territorial, el mayor número de casos se notificaron en Bogotá, Antioquia, Cundinamarca y Valle del Cauca y el menor número notificado se dio en Buenaventura, Vaupés y Chocó. Por incidencia los mayores valores se observan en Valle del Cauca, San Andrés y Boyacá.
Los ciclos de transmisión de rabia urbano y silvestre ha disminuido en más del 90% en Colombia. En los últimos 20 años se han presentado 40 casos de rabia humana en el país, contando con este último. Desde 2005 han fallecido 35 personas por esta enfermedad en el país. En Medellín no hay reportes de rabia humana desde 1981.
Jairo Hernández, subdirector (e) de Salud Ambiental del Ministerio de Salud, recalcó que además del esfuerzo institucional para mantener disponibles vacunas y tanto para uso humano como animal, es fundamental que las personas entiendan el impacto que puede causar la tenencia irresponsable de mascotas. Sin un censo oficial, se estima que en el país hay más de un millón de animales abandonados, lo cual facilita que se presenten enfermedades transmitidas a seres humanos, sobre todo en zonas de alta interacción entre animales domésticos y silvestre, tal como ocurre en Magdalena y Cundinamarca, regiones más críticas en cuanto a transmisión de enfermedades entre especies, pero también en Antioquia, Chocó, Cesar, entre otros.