En la cárcel La Picota de Bogotá algunos presos pretendían burlar los controles del Inpec e ingresar comida exótica a su lugar de reclusión. Entre la alimentación incautada hay carne de ovejo, mariscos, langostas y hasta hamburguesa de El Corral.
Se sabe que el pasado 12 de mayo los guardianes del Inpec encontraron en uno de sus registros los alimentos exóticos –con destino al Pabellón de Alta Seguridad (PAS) o de los Extraditables– y que pretendían ser camuflados entre elementos que sí habían sido autorizados.
Entre las fotografías que se han filtrado en redes sociales, se observa que en el registro no solo se incautaron frutas, verduras y leche, también hamburguesas, carne de ovejo, pescado, champiñones, mariscos y langostas.
Según la Revista Cambio, el ingreso de 60 cajas estaba autorizado por el subdirector de La Picota, coronel (r) Luis Ernesto Soler Roldán. Sin embargo, aclararon que fuentes del Inpec les explicaron que la autorización se dio porque ese día iban a ingresar los alimentos contratados para la alimentación de los reclusos y, valiéndose de ello, trataron de ingresar la comida exótica.
Se sabe que la autoridad penitenciaria abrió una investigación interna para determinar a cuáles reclusos iban dirigidos los alimentos incautados y si hay alguno de sus guardianes involucrados.
Esta misma cárcel fue centro de la polémica porque de allí se fugó alias Matamba, cabecilla del Clan del Golfo y porque también permitieron los paseos del condenado empresario que sobornó a la justicia, Carlos Mattos.