Como se ha dicho desde el principio de la pandemia en Colombia, el comportamiento del virus no ha sido uniforme. Esa realidad, de acuerdo con el viceministro de Salud, Luis Alexander Moscoso, se sigue registrando, al señalar que hoy se viven cuatro fases del coronavirus en el territorio.
“El panorama del covid-19 lo podemos diferenciar en cuatro estados diferentes: regiones con un descenso consolidado, regiones con contagio moderado, regiones con crecimiento moderado y en pico, y municipios dispersos y con poca población”, indicó Moscoso.
Este panorama se conoce luego de que, el sábado pasado, se superó la barrera del millón de contagios y las 30 mil muertes. Hasta ayer, según el Ministerio, se registraban 1.063.151 contagios confirmados (70.130 activos), y 31.135 decesos.
Carlos Agudelo, infectólogo y epidemiólogo de la Clínica Universitaria Bolivariana y del San Vicente Fundación de Rionegro, señaló que esto representa, en palabras sencillas, que el virus no ha evolucionado ni afectado de la misma manera en el país.
“Tiene comportamientos distintos, dependiendo de las regiones y eso se relaciona con factores como las decisiones de las autoridades, la adherencia de la gente a las medidas y de la diferencia en las densidades poblacionales”.
Los escenarios
El viceministro explicó cuáles son los escenarios. Lo primero pasa por las regiones que registran un descenso consolidado. Se reportan en los departamentos de las regiones Caribe y Orinoquia, la costa Pacífica, Amazonia y los santanderes.
Moscoso aseguró que allí “hay caracterización de bajos casos y también de pérdidas de vidas. En estas aéreas venimos trabajando en aislamiento individual de positivos y seguimiento de grupos de riesgo”.
De igual manera, destacó que el segundo escenario tiene que ver con las regiones que venían en pico ascendente y que, desde septiembre, registran “una estabilidad en el número de casos”, haciendo referencia a ciudades como Bogotá, Cali, y Medellín.
La tercera fase o etapa se enfoca en el Eje Cafetero, el Valle de Aburrá, Ibagué, Neiva, Yopal, Arauca y Tunja, donde según el viceministro, desde septiembre empezaron a aumentar los casos.
“En estas ciudades tenemos que hacer otras actividades, por ejemplo en muchas de ellas para este fin de semana se decretaron restricciones de movilidad para adultos y niños, así como prohibiciones de consumo de alcohol” (ver ¿Qué sigue?). Por ejemplo, ayer, de los 10.029 casos nuevos, 2.514 fueron en Antioquia, es decir, el 25,07 %.
El cuarto escenario está en municipios pequeños, distantes y poco densos. “En muchos de ellos todavía hay un bajo contagio”, resaltó el viceministro. En el país, según pudo confirmar EL COLOMBIANO, solo hay 40 municipios (o zonas no municipalizadas) sin casos de covid.
¿Qué se debe hacer?
Agudelo además sostiene que, aunque suene recurrente, la mejor estrategia que puede adoptar cada ciudadano es la de usar el tapabocas correctamente, lavarse las manos con frecuencia y evitar aglomeraciones.
Lo mismo planteó el ministro de Salud, Fernando Ruiz Gómez, quien insistió en que el país aún sigue padeciendo la primera ola de contagios y que, para evitar una segunda ola, es clave el compromiso de la ciudadanía para evitarlo.
La epidemióloga y docente de la Universidad CES, Jessica Giraldo Castrillón, explicó que cada día, es necesario que la población comprenda la pandemia, porque inicialmente se creyó que iba a ser igual para todos: llegó el virus, hubo un pico, bajó y se normalizó la situación, pero no es ni será así. “El comportamiento ha sido heterogéneo, y hay factores como el geográfico, el demográfico, las poblaciones, lo económico y cultural que influyen en su dinámica”.
Ambos analistas coinciden en que por más restricciones que haya, no se puede esperar a que el Gobierno, sea nacional o local, le recuerde a la ciudadanía que gran parte de la labor está en sus manos. Por esto, dice Giraldo Castrillón: “Evitar contagiarse, casi para todo el mundo, es muy barato, $1.000 del tapabocas y $500 de una barrita de jabón”.
Un llamado a lo social
No obstante, por el hecho de que las personas tengan la responsabilidad de cuidarse y evitar realizar acciones que no sean esenciales, como salir a trabajar, ir al médico o abastecerse de víveres, no se puede bajar la guardia en la pedagogía.
Además, recomienda la epidemióloga de la Universidad CES, “como innovación social, las administraciones deberían instalar en las calles un lavadero de manos en cada esquina o con determinada distancia, para que todos, si tenemos que salir a las calles, podamos lavarnos las manos”.
Finalmente, vale la pena recordar la advertencia que realizó el pasado jueves en el programa Prevención y Acción el exsubdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Francisco Becerra, quien detalló la segunda ola de contagios ocurre por la relajación de las medidas y una bajada de guardia de los ciudadanos, pensando “que ya había pasado lo peor”.