“Es una segunda pubertad”: así son las terapias hormonales a las que podrían acceder jóvenes trans

Corte Constitucional amparó el derecho de un joven de 16 años a hacerse una terapia hormonal. Minsalud tiene 12 meses para crear guía de atención trans.

Las personas trans se tienen que enfrentar a diario a obstáculos para gozar de un acceso efectivo a la salud, como discriminación, cuestionamientos a su identidad diversa y desconocimiento de los profesionales que los atienden sobre su condición. FOTO Colprensa

Antes de empezar su transición de género, Camilo Ortega se asomaba al espejo y, como los vampiros, era incapaz de encontrarse a sí mismo. No porque fuera invisible, sino porque no se identificaba con su propio reflejo.

Por fortuna –y por un doloroso pero eficaz tratamiento hormonal– hoy puede decir que se siente a gusto con su apariencia, su voz y la forma de su cuerpo. De Camila, a quien Camilo se refiere en tercera persona, solo queda apenas el recuerdo.

Para recibir las inyecciones de testosterona, que se aplica una vez al mes, Camilo tuvo que esperar hasta los 18 años, pese a que dice que hubiera querido hacerlo desde antes.

Esa demora del sistema de salud, que es bien conocida por la comunidad trans, fue catalogada por la Corte Constitucional como una “vulneración” a los derechos de los menores de edad.

Recientemente, la Corte falló a favor de un joven de 16 años que estaba solicitando apoyo con su tratamiento hormonal de transición. Aunque tenía en la mano un diagnóstico –disforia de género– de su psiquiatra, el especialista de endocrinología pediátrica que lo atendió le dijo que tenía que esperar a cumplir 18 años para autorizarle el tratamiento hormonal de afirmación de género.

La decisión, que ha sido catalogada como histórica por colectivos LGBTIQ+, abre la puerta para que miles de menores de edad accedan a estos tratamientos antes de cumplir los 18 años.

“Es una segunda pubertad”, dijo Camilo, quien explicó que desde antes de cumplir 18 años se puede acceder a algunas terapias de mitigación hormonal, que sin embargo no son lo mismo. El joven, que hoy tiene 20 años, dijo su organismo cambió bastante con el tratamiento.

Su voz se engrosó, le dolían las cuerdas vocales, su cuerpo se volvió más cuadrado, le creció vello en la cara y su apetito sexual se incrementó.

Pese al dolor, al rechazo ocasional y a las dificultades para acceder a los servicios de salud, Camilo aseguró que no se arrepiente de nada y que fue una de las mejores decisiones que tomó en su vida. “Siento plenitud, siento que por fin puedo ser la persona que siempre quise”, sentenció.

Su caso se suma al de otras personas trans que desde antes de cumplir los 18 años han enarbolado la lucha trans, como Emilio Patiño, el joven que se graduó de un colegio femenino conservando su identidad de género masculina.

Tarea pendiente del Minsalud

En su decisión, la alta corte, además, le envió un exhorto al Ministerio de Salud para que en un período de un año emita una “guía de práctica clínica” para atender a las poblaciones trans, que hoy están sometidas a diversas barreras que les impiden acceder a los servicios del sistema de salud.

Eliana Robles, abogada constitucionalista de la Red Comunitaria Trans, aseguró que las barreras de atención (ver Para Saber Más) han hecho que en ocasiones las personas trans opten por prácticas inseguras para hacer sus procesos de transición.

Este diario se comunicó con el Ministerio de Salud para consultar las estrategias que se implementarán para acatar el fallo. Por lo pronto, contestaron que no tienen un pronunciamiento oficial al respecto