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La vida en la capital de Putumayo no ha sido la misma después de aquella noche del 31 de marzo de 2017, cuando sus habitantes fueron sorprendidos por una avalancha a causa del desbordamiento de los ríos Mocoa, Mulato y Sangoyaco, que dejó cerca de 350 muertos y una cifra superior a los 10.000 damnificados.
Dos años después, los mocoanos todavía claman por la ayuda que en su momento prometió el Gobierno y que hasta ahora no evidencia un avance significativo que les devuelva la tranquilidad, pues sienten temor cuando la temporada de invierno se aproxima. En ese momento, el entonces presidente Juan Manuel Santos, se comprometió con una serie de obras que estaban calculadas en cerca de 1,8 billones de pesos, para la reconstrucción de la ciudad. Pero hoy las promesas avanzan a paso lento y apenas se registra cerca de un 40 % de avance.
El representante a la Cámara por el Putumayo, Carlos Ardila, manifestó que el proceso ha avanzado con muchas dificultades, “quisiéramos que fuera más rápido, que las obras estuvieran ya en funcionamiento y en servicio de la comunidad, pero desafortunadamente no se ha logrado”.
Para empezar con las obras, el 31 de octubre de 2017 el Gobierno nacional aprobó el documento Conpes 3904, con el cual se destinaban los $1,8 billones con los que se cumpliría la expectativa de que Mocoa quedara mejor que antes de aquella noche del 31 de marzo. Pero el documento de 89 páginas parece un compendio de buenas intenciones, con obras que benefician a otras regiones, entidades y ministerios a los que se asignaron labores, pero no recursos.
El alcalde de Mocoa, José Castro Meléndez, manifestó con desazón que el Conpes no corresponde a las necesidades de la ciudad. “Nos metieron un gol de la vía 4G, que vale casi la mitad del Conpes y que no impacta directamente al municipio”, dijo, al tiempo que resaltó que “son menos de $500.000 millones de inversión real y debieron destinarse unos $3 billones, porque se habla de reubicar el Sena, la terminal de transporte, la cárcel, la plaza de mercado y algunos barrios en riesgo”.
Esa vía 4G de la que habla el alcalde se encuentra en la página 56 del documento, donde se consiga el “mantenimiento y operación del corredor vial Santana-Mocoa-Neiva”, que fue entregado en el año 2015 a la firma Cass Constructora S.A.S., del grupo Solarte, que estaba desfinanciada, hoy liquidada y ahora abandonada, luego de que sus dueños fueran investigados por presuntas irregularidades en contratos, en el marco del caso Odebrecht. El valor del contrato era por $577.447 millones.
Frente a esto, el representante Ardila coincidió que el Conpes tiene una cantidad de obras que no son propias de la reconstrucción. “Es una vía que venía antes de la tragedia y se incluyó en el documento, eso no viene al caso, igual ocurre con la construcción del hospital de Mocoa, que también era anterior a la tragedia”.
El congresista del partido Liberal aseguró que ese Conpes “si tiene una serie de obras que valdría la pena evaluar, para saber qué es lo que se entiende por reconstruir a Mocoa”. Ardila también señaló que las dificultades que se han presentado son de tipo social y técnico, más que de presupuesto, razón por las que hoy todavía “no contamos con muchas de las obras”.
“Por solo poner un ejemplo, el acueducto, que fue una obra que se contrató días después de la tragedia y cumplimos dos años y aún no está en funcionamiento, ha enfrentado dificultades de índole social, técnico, una consulta previa que tuvo que surtirse y ese tiempo no estaba calculado”, dijo Ardila.
Lo que se puede palpar en Mocoa son algunas obras como el puente vehicular sobre aguas del río Mulato, así como las 300 primeras casas en Villa Aurora, de 1.209 viviendas que registran serios problemas de construcción y falta de un alcantarillado planificado. Se avanza también en la construcción del hospital con recursos complementarios en $28.326 millones.
Igualmente se inauguró en febrero de este año un puente vehicular sobre el río Sangoyaco con recursos de Invías y se han pavimentado 2,5 kilómetros de calles de 5 kilómetros programados, con un costo de $600 millones.
Por su parte, Corpoamazonia ejecutó cerca de $1.460 millones para entregar estudios y diseños de obras de mitigación, que sirvan para la construcción de ejes ambientales como propuesta de planificación, gestión ambiental y reducción del riesgo de desastres sobre los ríos Mulato, Sangoyaco, y la quebrada Turaca.
En el tema de comercio se viene adelantando un trabajo articulado entre el Ministerio de Comercio y la Cámara de Comercio del Putumayo. Para destrabar el bloqueo económico, la cartera nacional dispuso, entre otras medidas, una línea de crédito de $20.000 millones a través de Bancoldex y además, se destinaron $3.000 millones para subsidiar a 120 comerciantes que perdieron todo, y se decretaron algunas exoneraciones de impuestos como el IVA.