Luego de que el CTI realizara en el cementerio Los Olivos de Neiva (Huila) el proceso de exhumación de los restos del exministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, el ente acusador determinó que científicamente no se puede comprobar que el 30 de abril de 1984 alguien haya disparado desde dentro del vehículo en el que se desplazaba el exfuncionario.
Esta es una de las hipótesis que estudia la Fiscalía, al tener indicios de que presuntamente escoltas de Lara Bonilla habrían apuntado desde adentro del automóvil en el que se realizó el atentado.
El fiscal General (e), Jorge Perdomo, indicó que a pesar de no poder comprobar esta hipótesis, debido al estado de descomposición del cadáver, se estudiarán otras evidencias, como recreaciones de la escena del crimen.
“Por el paso del tiempo, tras la exhumación del exministro no se pudo ni comprobar científicamente, ni desvirtuar la hipótesis, de que al parecer el grupo de escoltas disparó un proyectil”, dijo Perdomo, quien indicó que a pesar del resultado del procedimiento científico esta línea de investigación seguirá vigente.
En ese sentido, el ente investigador busca establecer los detalles de la muerte del exministro, como la trayectoria de las balas que le impactaron mortalmente para determinar si hace 32 años hubo personas involucradas, distintas a los sicarios que le dispararon cuando se dirigía a su casa en el norte de Bogotá.
La familia de Lara Bonilla ha denunciado en diferentes oportunidades que en este caso ha habido un esfuerzo por bloquear la verdad.
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