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Las mujeres colombianas invirtieron 7 horas con 55 minutos en labores no remuneradas cada día entre enero y abril de este año, cifra que genera un contraste frente a lo destinado por los hombres a esas tareas, cuyo promedio fue de 3 horas con 10 minutos. Así lo reveló el Departamento Nacional de Estadística (Dane) en la Encuesta Nacional de Uso de el Tiempo.
Frente a 2017, aumentó el porcentaje de mujeres que participaron en las labores no remuneradas, pues este pasó de 89,1% a 90,8%.
Entre enero y abril de 2021, el cuidado pasivo (estar pendiente) fue la actividad de trabajo no remunerado que registró el mayor tiempo promedio diario dedicado por participante, siendo en mujeres 10 horas y 56 minutos frente a 6 horas y 52 minutos en los hombres.
En ese sentido, el documento indica que las mujeres dedicaron en promedio 243 minutos al día más que los hombres a actividades de cuidado pasivo y 65 minutos más al suministro de alimentos.
Según el Dane, “se puede observar que la transformación de imaginarios que limitan la igualdad de género continúa siendo una tarea pendiente para ciertas porciones de la población y que las percepciones sexistas se encuentran marcadas”.
Otro de los datos revelados por esta encuesta indica que el 51,2 % de los hombres y 49,8 % de las mujeres está muy de acuerdo con que “las mujeres son mejores para el trabajo doméstico que los hombres”.
“Las mujeres tienen una doble jornada. Si tenemos en cuenta que la jornada máxima legal en Colombia es de ocho horas, estarían duplicándola y no tendrían espacio para ninguna actividad adicional”, aseguró Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.
Para Yamile Roncancio Alfonso, directora de Feminicidios Colombia, deben ser leídas a la luz de la cifra de desempleo en mujeres y de la pandemia.
Las cifras del Dane indican que la brecha de desempleo entre hombres y mujeres es de -7,1 %. Entre marzo y mayo de este año el total de mujeres desempleadas fue de 19,1 %, mientras que para los hombres se ubicó en el 12 %.
Para Roncancio la pandemia generó un retroceso para las mujeres “porque el desempleo las ha regresado a sus casas: sometiéndolas a múltiples tipos de violencias. Una de ellas es que deben invertir su tiempo a tareas del hogar que no son remuneradas”.
En ese sentido, Jaramillo comentó que “hay un vínculo muy acentuado entre la difícil delimitación entre la vida laboral y personal en el contexto del teletrabajo, y el aumento, para las mujeres, de las labores de cuidado, no solo de menores, que se exacerba por el cierre de escuelas, sino de personas con discapacidades y personas mayores”.
Roncancio agregó que este trabajo además de aumentar la desigualdad dentro de los hogares, también puede generar trastornos del sueño y picos de estrés. “Porque hay casos de mujeres que no perdieron su trabajo, lo hacen de manera virtual y tienen la presión de responder por el hogar y el oficio profesional a la vez”.
ONU Mujeres calcula que en el mundo las mujeres se ocupan 2,5 veces más que los hombres al trabajo doméstico, por lo cual tienen menos tiempo para dedicar al trabajo remunerado