Han pasado dos meses y 20 días desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) identificó la subvariante ómicron XE del coronavirus en el Reino Unido, lo que despierta inquietud en el mundo mientras Colombia evalúa si debe relajar sus propias medidas de bioseguridad.
Desde que se identificó la XE, Reino Unido no le ha quitado los ojos de encima, que según datos preliminares de la OMS podría ser hasta 10 % más transmisible que las subvariantes más contagiosas de ómicron.
Según documentos oficiales de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, tras la identificación de la variante XE, la cual esta semana ha ocupado los titulares de la prensa internacional, se han identificado al menos 736 casos en algunas ciudades del sur de Inglaterra, incluida la capital, Londres.
XE ha sido apodada como una subvariante “Frankenstein” por la prensa inglesa, pues combina características de BA.1 y BA.2. La primera es la forma original de ómicron, que produjo nuevos picos de contagios de coronavirus entre diciembre y enero pasados.
Y la BA.2 es una subvariante de ómicron que es más contagiosa. Una investigación realizada en Dinamarca concluyó que las personas que contraen BA.2 tienen un riesgo hasta 30 % más alto de infectar a otras personas que si se hubieran contagiado con el linaje original. En la actualidad BA.2 es la subvariante más común en los nuevos casos covid del Reino Unido, pues está presente en nueve de cada diez contagios.
El Gobierno inglés ha señalado que XE es producto de una “recombinación” y según datos de la OMS podría ser hasta 10 % más contagiosa que BA.2.
Fernanda Gutiérrez, viróloga y profesora de la Universidad Javeriana, explicó que estas recombinaciones se dan cuando dos virus distintos se encuentran en una misma célula.
Allí intercambian características del ácido nucleico, que porta la información genética de los virus, lo cual da a lugar a una nueva mutación. Este “Frankenstein” podría volver a replicarse y dar a luz a un linaje dominante, aunque generalmente ese no es el caso.
La evidencia científica sobre XE y su comportamiento es muy preliminar, por lo cual su circulación tiene a los científicos corriendo para determinar qué tan preocupado debe estar realmente el mundo ante su aparición.
“Hasta ahora no hay pruebas suficientes para sacar conclusiones sobre la transmisibilidad, la gravedad o la eficacia de las vacunas en esta variante”, indicó Susan Hopkins asesora médica de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido.
Acerca de la posibilidad de que la subvariante XE sea más contagiosa que otras variantes del coronavirus, la doctora Gutiérrez señaló que no hay una forma confiable de saberlo. “Eso solamente la historia nos lo va a mostrar”, dijo la experta.