En diálogo con EL COLOMBIANO, el nuevo presidente de la Corporación, el representante verde Jaime Raúl Salamanca, insta a la clase política, pero también al presidente, a ceder. Niega injerencia de Petro en su triunfo.
Aun cuando es su primer periodo en el Congreso, no cuenta con amplio reconocimiento público y no fue el congresista verde más votado en las pasadas elecciones, el representante Jaime Raúl Salamanca logró este fin de semana un triunfo mayúsculo: con el espaldarazo del gobierno de Gustavo Petro consiguió ser elegido presidente de la Cámara de Representantes, justo en un periodo clave para el trámite de las reformas y otras propuestas del Ejecutivo.
Aunque no niega esa cercanía, el congresista boyacense –quien le ganó el pulso a uno de los pesos pesados del partido, la representante Katherine Miranda–, asegura que no es momento de una Asamblea Nacional Constituyente e insta a la clase política, pero también al presidente, a ceder. En diálogo con EL COLOMBIANO, Salamanca apuesta al acuerdo nacional del Ejecutivo, reconoce que hay “tareas pendientes” y admite que la corrupción “le pone un manto de duda” al Gobierno. Niega injerencia de Petro en su triunfo y ratifica su independencia.
Previo a la elección, se vaticinaba que habría un cabeza a cabeza con la representante Miranda y que sería una puja muy reñida. Sin embargo, usted barrió. Logró 114 votos frente a 69 de ella. ¿Cómo recibe ese apoyo unánime?, ¿esperaba esos resultados?
Lo trabajamos durante muchos meses. Dialogamos con bancadas de oposición y de Gobierno, así como con algunos congresistas independientes. Ese trabajo arduo fue muy productivo y estos resultados me comprometen mucho a trabajar para que todas las voces del Congreso tengan representación y que al final de la legislatura los colombianos sean los verdaderos ganadores.
El día de la elección hubo polémica por la presencia de varios ministros durante la sesión. La representante Miranda se quejó por la injerencia del Ejecutivo. ¿Qué tanto influyó el Gobierno en su triunfo?
No hubo ninguna injerencia. Absolutamente ninguna. Obtuve incluso votos de congresistas de la oposición. Lo que hubo en el Congreso fue un ejercicio de deliberación democrática y un apoyo a la tesis que le planteamos: tener independencia como Congreso, pero también una relación armoniosa entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Todos tenemos que ceder, tanto el Gobierno como la oposición, y ese ejercicio me corresponde a mí tratar de garantizarlo al máximo.
¿Qué le responde a la representante Miranda quien se quejó por falta de garantías e insistió en que hubo influencia del Gobierno?
Le digo que la respeto mucho y que su voz tendrá, como la de los demás congresistas, todas las garantías para que sea escuchada en la plenaria de la Cámara.
¿Qué pueden esperar sus colegas de su relación con el Gobierno?
Pueden esperar lo que hicimos en la Comisión Sexta cuando fue presidente: control político, garantías a la oposición, vocería a las minorías, participación de la ciudadanía y disposición para discutir la agenda de Gobierno y también la agenda de los congresistas.
¿Cómo va a garantizar independencia frente al Ejecutivo?
Total independencia y autonomía. Quiero decir que mi apuesta no es el fracaso del proyecto del presidente Petro. Creo que Colombia necesita un cambio y que esperamos se dé concertando con todas las voces, no solamente las expresadas en el Congreso, sino con los empresarios, la sociedad civil, la academia y, en general, con todo el pueblo colombiano.
A propósito del Gobierno, ¿qué conclusiones le dejó el discurso del presidente Gustavo Petro en el Congreso, en el que, entre otras, insistió en su ‘fast track’?
Es un discurso ganador y en el tono que requiere el momento de la historia que estamos viviendo. La gente no quiere peleas entre políticos. Quiere soluciones a los problemas del día a día. Por lo tanto, acompaño ese llamado al acuerdo nacional y desde la Presidencia de la Cámara haremos todo lo posible por trabajar hombro a hombro con el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, para que las bancadas puedan plantear sus argumentos en total autonomía y se busque hasta el último momento un acuerdo que le permita a los ciudadanos que las expectativas con sus políticos cambien y haya una mejor calidad de vida para todos.
¿Usted cree, como dijo el presidente, que este Gobierno sí ha sido eficiente?
Los mayores lunares, sin lugar a dudas, los temas de corrupción opacan o le ponen un manto de duda a un gobierno que ha tenido muchos logros en lo social. La reforma pensional es un acto de dignidad con el pueblo más humilde y con los ciudadanos que, como lo dice el presidente, han sido invisibilizados por parte de quienes han estado gobernando a este país.
La gratuidad en la educación superior es otro avance. Es innegable que resulta ser uno de los principales logros. El reconocimiento de los campesinos como sujetos de derecho y de especial protección constitucional es una reivindicación histórica y valiosísima para el campo colombiano.
En general hay logros que no se pueden desconocer, pero también muchas tareas pendientes y por eso habrá control político en la plenaria para que los ministros apuren el paso y cumplan con el programa de gobierno y con el Plan Nacional de Desarrollo.
Es decir, ¿sí ha sido eficiente el Gobierno?
En algunos casos sí, en otros no.
Frente al tema de la Constituyente, que tanto ruido ha generado, ¿cuál es su opinión?, ¿cree que es conveniente o no meter al país en ese proceso para reformar la Constitución?
No siento que sea el momento de una Asamblea Nacional Constituyente. Estamos en un país muy polarizado y con una ciudadanía muy apática de la política. Tal vez más adelante puede que se revisen algunos aspectos que requieran algún ajuste, pero por ahora no siento que haya ambiente para una nueva Asamblea Nacional Constituyente.
En lo que sí creo es en el poder constituyente, entendido como una ciudadanía más activa y pendiente de lo que pasa con los tomadores de decisiones y siendo protagonista de la transformación de Colombia.
¿Le suena la idea del ‘fast track’ para acelerar la implementación del Acuerdo de Paz?
Es una posibilidad, no lo descarto, pero será tarea de los partidos, los gremios y la sociedad evaluar su conveniencia.
¿Ya habló con el presidente Petro tras su triunfo?
No, no hemos hablado. Con quien sí he hablado es con el ministro del Interior. Nos vamos a sentar para poder escuchar de primera mano cuál es la mirada que tiene el Gobierno ya en lo concreto y también plantearle nuestra posición frente a la importancia de escuchar las voces de todos los sectores representados en la Cámara.
También para hablar de la importancia del control político y la importancia de poder atender las iniciativas de origen congresional que son tan importantes. Espero solicitar próximamente una reunión con el presidente y con las mesas directivas tanto de Senado como de Cámara.
Pero en lo concreto, ¿qué le quiere plantear al presidente?
Que persista en los acuerdos y, como lo dije en mi discurso de posesión, solo es a través de ese camino que es posible el cambio en Colombia, toda vez que todos tenemos que ceder.
Deben ceder los congresistas. No podemos seguir igual como hemos estado durante los últimos 30 años. Necesitamos solucionar los problemas estructurales de este país. Pero también tiene que ceder el presidente en tanto que en el Congreso y en general en el país hay expresiones distintas que si nos concentramos en reunirlas en torno a lo que nos une y a las coincidencias pueden fortalecer la apuesta de cambio, que él con mucha inteligencia y mucho liderazgo ha posicionado en el imaginario colectivo.
¿Qué tan cercano es usted políticamente al gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, uno de los pesos pesados de la Alianza Verde?
Hemos caminado 20 años juntos. Construimos un proceso desde el movimiento social y hacemos parte de una misma historia. Él en este momento está concentrado en la Federación de Departamentos y en el proyecto de la Boyacá grande: la Gobernación.
Por otro lado, yo estoy en esta gran responsabilidad que me han puesto mis compañeros. Vamos cada uno desde nuestro escenario a aportarle a este país para que Boyacá vuelva a ser protagonista de las grandes transformaciones. Es una tierra que tuvo 13 presidentes y es momento de que vaya recuperando buenos escenarios nacionales para aportarle a Colombia.
¿Él tuvo algún tipo de injerencia en el proceso de elección interno de los verdes?
La única intervención que tuvo Carlos en este proceso fue desearnos buena energía y pedir que nos uniéramos para poder trabajar desde la diferencia y aportarle a Colombia.
Cuando concluya esta legislatura y finalice su periodo en la Presidencia, ¿cómo le gustaría ser recordado?
Como un presidente que aportó a la unión de los distintos y una persona comprometida con llevar la Cámara de Representantes a los territorios. Es fundamental que los políticos estemos con la gente y no nos olvidemos por quiénes luchamos y cuál debe ser nuestra prioridad.
Que me recuerden por ser una persona que defendió esta democracia y que fue capaz de sacar lo mejor de todos nosotros los políticos y la gente para que en Colombia le vaya bien.
