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Una gran sorpresa se llevaron los habitantes del Bajo Cauca antioqueño en la mañana de este martes cuando el ministro de Defensa, Diego Molano Aponte, y la cúpula militar le anunciaron a Colombia lo que el Gobierno cataloga como un gran triunfo en la lucha contra los grupos armados ilegales: la desarticulación de ‘los Caparros’.
Al presentar la información, Molano señaló: “Hoy (martes) podemos asegurarle a Colombia que ‘los Caparros’ llegó (sic) a su fin”. Y agregó que “haremos caer a todos los símbolos del mal que tanto afectan a los colombianos”.
Según afirmó Molano, con los operativos adelantados la última semana por la Fuerza Pública, se logró destruir “el control territorial de la cadena criminal del narcotráfico en sus fases de producción, acopio y comercialización, en la zona del Bajo Cauca antioqueño”.
A su vez, el general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, indicó que desde hacía un año se venían adelantando “operaciones permanentes contra esta estructura”.
¿Si fue desarticulado este grupo ilegal?
Ante la noticia de la desarticulación, EL COLOMBIANO consultó a distintas fuentes en las zonas donde ‘los Caparros’ tienen influencia y varios habitantes del Bajo Cauca le expresaron su preocupación porque, según dijeron, siguen percibiendo el control territorial de este grupo ilegal.
“Esa gente sigue por ahí. Ellos siguen imponiendo sus normas a nosotros los campesinos, como no circular después de las seis por las veredas, andar sin casco; si vamos a traer a alguien desconocido hay que informarles; solo podemos tener un celular y cuando vamos a salir al pueblo hay que decirles por dónde nos vamos a mover y a qué horas regresamos”, dijo un labriego que pide reserva de su identidad.
La misma situación se presenta en las zonas urbanas de Cáceres, Tarazá y Caucasia, municipios en los cuales tienen una fuerte presencia armada ilegal y una red de informantes que atemoriza a la población civil.
Además, un comerciante de Caucasia le expresó a este diario que la base de este grupo armado ilegal continúa y que, desde hace dos semanas, aumentaron las extorsiones porque, “según ellos, tienen que tener fondos para recuperar la tranquilidad del territorio”.
Un investigador judicial también le explicó a EL COLOMBIANO que ‘los Caparros’ siguen con sus combatientes presentes en zonas de influencia tradicional, con las mismas actividades delictivas y lucrándose del narcotráfico y la minería ilegal.
“Antes de la captura o dada de baja de sus cabecillas, ‘los Caparros’ tenían la fuerte intención de entrar a El Bagre y buscar una alianza con el Eln y una nueva estructura armada que crearon allá al que bautizaron Bloque Areiza”, manifestó el investigador.
Tras la caída el pasado jueves 27 de mayo de alias ‘Flechas’, durante la Operación Aquiles, la Policía y el Ejército coincidieron en afirmar que luego de ese golpe ‘los Caparros’ se atomizaron . Pero en la misma comunidad señalan que hay otros hombres que tienen mucho poder y que son los que estarían en la línea de sucesión de los comandantes capturados o dados de baja.
En esa línea estarían alias ‘Perro mono’, alias ‘Soto’ y alias ‘Mono’, tres de los cabecillas que siguen en la línea de mando y que tienen hombres en armas bajo su mando en zona rural y contactos en regiones urbanas.
Sin embargo, el analista militar considera que si bien están por ahora atomizados, como señaló el Ministro de Defensa, no están acabados porque “cayeron las ocho principales cabezas, pero la estructura sigue en pie”.
Sin poder de cohesión
Ante este panorama, las mismas autoridades colombianas están a la expectativa de lo que pueda suceder con este grupo ilegal. Investigadores judiciales señalan que, por ahora, ‘los Caparros’ no tienen poder de reunirse bajo un solo mando tras los duros golpes recibidos en la cúpula; sin embargo, siguen en sus territorios de influencia y con las actividades económicas ilegales que acostumbran a realizar.
Bajo esta premisa, sin mandos y con armas y territorio, se pueden presentar dos escenarios, como lo explica el analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega.
“Ante la ausencia de mando, puede pasar que el ‘Clan del Golfo’ los reclute y se fortalezca aun más en esa región antioqueña; o, lo segundo, es que los cabecillas que están al mismo nivel empiecen una guerra para lograr el dominio de toda la estructura”, dice Ortega, quien añade que podrían mantenerse en la sombra (como sucede con el Eln en Bajo Cauca) y así sobrevivir a los operativos militares y de Policía.
Y el investigador judicial consultado por este diario coincide e que el camino que puede quedarles a ‘los Caparros’ es terminar en las filas del ‘Clan del Golfo, lo que consolidaría su hegemonía ilegal en la subregión antioqueña.
Sin embargo, otra es la lectura que tiene una fuente oficial sobre el anuncio del Ministerio de Defensa. Según esta fuente, con la caída de alias ‘Flechas’, el Gobierno le bajará la calificación de grupo armado organizado, GAO, a GDO (grupo delincuencial organizado), lo que en el papel cambiaría el nivel de ataque hacia esa estructura.
“El gobierno desde hace rato le quiere bajar la categoría a ese grupo. Eso conllevaría a que ya las operaciones no sean tan contundentes y les permitiría reorganizarse”, dijo la fuente oficial.
Por ahora, y según las cuentas del Gobierno, solo quedaría en pie alias ‘Franco’, quien, según la Policía (así lo afirmó su director, el general Jorge Luis Vargas), podría someterse a la justicia y solo cuenta con cinco hombres a su alrededor.
El 16 de noviembre de 2020 fue dado de baja su máximo cabecilla, alias ‘Caín’, lo que llevó al declive de este grupo delincuencial, que nació de una división en el ‘Clan del Golfo’ y que fue señalado de reclutar a jóvenes que viajaban a la Costa como pasajeros clandestinos en camiones y vehículos de carga, algunos de ellos de los que hoy se desconoce su paradero.