El jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, anunció anoche que parte de la delegación oficial viajará hoy a La Habana, Cuba, para tener una nueva reunión, de dos días, con parte de la representación de las Farc en la mesa.
De la Calle precisó que este encuentro tiene por objeto discutir, al lado de los garantes, una evaluación relacionados con los hechos recientes, como el secuestro del general Rubén Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán; la abogada Gloria Urrego, y el cabo del Ejército Jorge Rodríguez, en Chocó, y de dos militares en Arauca, que obligaron al presidente Juan Manuel Santos a suspender los diálogos de paz.
Añadió que desde “la perspectiva de la delegación del Gobierno, también provocaremos una evaluación de fondo, completa, desde un principio de las conversaciones, con el ánimo de lograr mayor eficacia en los diálogos, para decidir hechos de paz y buscar decisiones prontas sobre lo que hemos llamado el desescalamiento del conflicto”.
Finalmente, aclaró que para las liberaciones, tanto en Chocó como en Arauca, vinieron a Colombia miembros de la Mesa de Conversaciones en representación de las Farc, por autorización del Gobierno.
No obstante, y pese a la liberación de los tres secuestrados, ambas partes deberán ahora sortear el escollo de la desconfianza que ronda las negociaciones de parte y parte. Del lado del Gobierno, las dudas sobre las intenciones de las Farc en el proceso de paz al continuar con acciones violentas en el territorio —como la muerte ayer del militar en Corinto y los cinco heridos en la estación de Policía de Jamundí, Valle—; en el campo de la guerrilla, que el Gobierno vuelva a suspender los diálogos por “los sucesos militares ocurridos en Colombia”, acuerdo consignado en las fases iniciales y diálogos exploratorios con las Farc.
Farc pide cese el fuego
Como en toda negociación, las partes que llegan a una negociación buscan sacar provecho de algunas acciones y las Farc, con la liberación del general Alzate y sus acompañantes le apostarían a solicitar un cese el fuego bilateral, como también, reorganizar todas las dinámicas alrededor de la mesa.
“Es hora del cese bilateral del fuego, del armisticio, para que ningún suceso bélico en los campos de combate sirva para justificar la interrupción de una tarea tan hermosa y tan histórica, como es la de acordar la paz para una nación que anhela ese destino”. Estas fueron las palabras del negociador de la guerrilla, Luciano Marín, alias “Iván Márquez”. El jefe negociador de las Farc dejó entrever en su declaración lo avanzado y maduro del proceso al afirmar que este ha llegado a un nivel en el que se busca discutir los temas más decisivos de la paz, razón por la cual nada deberá aplazar “el advenimiento de nuestra reconciliación”.
Sin embargo, el Jefe de Estado volvió a insistir en que no habrá un cese el fuego, a pesar de que, como él mismo afirma, tiene costos que son difíciles de aceptar y entender.
A superar la desconfianza
La libertad del general Alzate, la abogada Urrego y el cabo Rodríguez, es la situación más fuerte que ha enfrentado el proceso de paz, aunque ya en la mesa se sintieron algunas tensiones, como cuando el Gobierno hizo devolver la delegación de La Habana, ante el anuncio de las Farc de revelar los acuerdos logrados.
La exsenadora Piedad Córdoba, calificó todo el caso del general Alzate como un prueba de fuego superada que sirve para afianzar los diálogos. “Si había una prueba de fuego para la paz era esta y se ha superado muy bien. Estoy muy contenta por las liberaciones y por los avances hacia la paz”.
Aún así, el analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega, explicó que no va a ser tan fácil esta nueva etapa en la mesa, “pues será el reacomodamiento de las cargas y cada delegación volverá a sacar sus mejores argumentos para ir adelante en la negociación”.
Entre tanto, Colombia seguirá a la espera del reinicio de las conversaciones, luego de los últimos hechos que pusieron en vilo por 14 días el proceso de paz en el país .
170
kilómetros al norte de Quibdó, fue el sitio donde liberaron a los tres sucuestrados.
