Este lunes, tras nuevos cuestionamientos sobre la funcionaria del Ministerio del Interior, Juliana Guerrero, de 23 años, el presidente Gustavo Petro salió en su defensa en un extenso mensaje en la red social X.
“Me parece que ver mujeres jóvenes, rebeldes y populares y de color, es una tragedia. Claro que por jóvenes deberían tener menos estudios que un viejo, pero hay viejos que no leen. Parece que acusar de manejar un ministerio que en realidad manejan otros, no es cierto. El Ministerio de la Igualdad debe ser salvado (sic)”, dijo el mandatario.
Horas antes, el domingo, la revista Cambio reveló que las hermanas Guerrero, Juliana y Verónica, estarían dando órdenes de detener la contratación en el Ministerio de Igualdad y Equidad que hasta hace pocos días era liderado por el antropólogo Carlos Rosero.
Como lo anticipó EL COLOMBIANO, llegará a ese cargo el politólogo Juan Carlos Florián, reconocido por haber sido actor de contenidos pornográficos. Florián venía de ser viceministro de juventudes y su cargo, según conoció este diario con fuentes cercanas a Juliana Guerrero, sería ocupado por ella en octubre o antes, incluso.
Lo que sucede es que Guerrero, quien actualmente es “jefe de gabinete” del Ministerio del Interior, no tiene estudios finalizados de pregrado. Al respecto, este diario conoció “no van a modificar el manual de funciones ni nada (...)”, según dijo una fuente del Gobierno. Enviarán la hoja de vida de Guerrero al comité de mérito y ahí revisarían si ella tiene los méritos para ser viceministra de juventudes.
Poder y cuestionamientos
Guerrero es una líder estudiantil que nació en el Cesar y desde allí apoyó al Pacto Histórico. Tuvo contratos en distintas entidades en este Gobierno hasta que aterrizó al despacho presidencial a inicios de este año cuando Armando Benedetti ocupaba ese cargo y al mismo tiempo el Ministerio del Interior.
Cuando llega el autodenominado pastor Alfredo Saade a la Casa de Nariño, una de las afectadas directas es Guerrero, quien es cercana al jefe de Estado. Hay una pelea entre ambos al punto de que Saade le prohibió la entrada a Presidencia y que el presidente Petro tuvo que intervenir, según conoció este diario. La pelea se libra en varios frentes, no solo en la sede del poder en Bogotá.
Este domingo, EL COLOMBIANO reveló que ambos funcionarios se pelean el poder al interior de la Universidad Popular del Cesar, un fortín político y burocrático con más de $170.000 millones de pesos anuales de presupuesto. Los dos son de esa región y tienen conexiones y aliados políticos.
La puja llega al punto, como reveló Cambio, que Guerrero tomó un helicóptero de la Policía para discutir una reforma en el Consejo Superior Universitario de esa institución educativa; la Procuraduría investiga esos hechos.
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