Le lanzaron salvavidas: Cámara revivió el servicio social para la paz que se hundió en el Senado

La iniciativa tiene una nueva oportunidad de ser aprobada, ahora pasará a conciliación.

El servicio social para la paz, que impulsa la bancada de Gobierno, se ofrecería en seis modalidades y sería una alternativa al servicio militar obligatorio. FOTO JUAN ANTONIO SÁNCHEZ

La plenaria de la Cámara de Representantes revivió el servicio social como alternativa al servicio militar obligatorio, iniciativa que se enmarca en el proyecto de ley de Orden Público, marco legal para la “paz total”, que impulsa el Gobierno de Gustavo Petro.

Esta propuesta tuvo un revés cuando pasó por el Senado, pues varios de los congresistas del Pacto Histórico como los senadores Roy Barreras, María José Pizarro y Wilson Arias, se ausentaron de la votación y terminó hundido.

Tras este primer inconveniente, la iniciativa del servicio social revivió en la Cámara de Representantes, donde se lanzó un salvavidas a la salida en falso del Pacto Histórico incluyéndola en el proyecto de ley que tendrá que ser conciliado entre la Cámara y el Senado.

¿Qué es el servicio social para la paz?

De acuerdo a lo contemplado en el proyecto de ley, cada joven colombiano podrá escoger entre prestar servicio militar o servicio social para la paz cuando cumpla la mayoría de edad. Además, la duración definida hasta el momento es de 12 meses.

Entre las opciones que se ofrecerían en esta alternativa al servicio militar obligatorio están el servicio social para promover la alfabetización digital en zonas rurales o urbanas; servicio social para el trabajo con víctimas del conflicto armado y la promoción de sus derechos; servicio social para la refrendación y el cumplimiento de acuerdos de paz.

También aparecen el servicio social para promover la política pública de paz, la reconciliación, la convivencia y la no estigmatización; servicio social para la protección de la naturaleza y la biodiversidad; y servicio social para promover la paz étnico-territorial, respetando el derecho de autodeterminación, la autonomía, usos y costumbres de las comunidades étnicas.

A pesar de la aprobación de la iniciativa en la Cámara, esta no es la última palabra, pues el proyecto de “paz total” tendrá que ser conciliado con el Senado de la República, por lo que se espera que el debate reviva y podrá ser sometido nuevamente a votación.