En la recta final de estas elecciones presidenciales, que se disputan Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, las redes sociales serán protagónicas. Los dos candidatos buscan de todas las maneras –incluyendo la guerra sucia, con contenidos sin control, bots y bodegas (aunque no siempre con su permiso)– catapultarse aún más en TikTok, Instagram, Facebook y Twitter, en una contienda en la que las propuestas le importan poco a un electorado más emocional.
El fenómeno de Hernández –quien sumó 5,9 millones de votos– en las redes sociales es una muestra de la preponderancia de la forma sobre el fondo de los contenidos que se mueven en estas plataformas.
El candidato ha logrado cautivar y capitalizar los votos de un sector de la población –incluyendo, posiblemente, a los jóvenes, el fortín de Petro–, a través de videos graciosos en los que no se enfoca en sus ideas ni en información profunda de sus planes de gobierno.
En resumidas cuentas, el contenido es más orgánico y genuino que el de Petro, que obtuvo 8,5 millones de votos. Basta con recordar el video en el que el bumangués se mostró con un pato adoptado o en el que repite “fuck fracking”, cuando había tenido posturas distintas sobre esta práctica al comienzo de su campaña.
“Es muy interesante ver esa lucha de uno, Hernández, llegando con el formato, y del otro, Gustavo Petro, con los temas políticos”, explica Juan Camilo Suárez, presidente de Isobar, una agencia de experiencia digital.
El éxito de Hernández en esta plataforma lo llevó a autodenominarse como el “Rey de TikTok”, pues aunque suma menos seguidores (565 mil) en esta y en otras redes sociales que Petro –921 mil en TikTok–, los productos de cada uno son muy diferentes.
Gustavo Petro, por su parte, tiene un uso más ligado a las prácticas políticas tradicionales en las redes sociales, que le manejan más de 20 personas, excepto por Twitter. Estas son las bodegas, los bots, la adquisición de cuentas pagas y las tendencias, que sus seguidores utilizan a diario para mover contenido sin regulación –como el video en el que invita a recibir la plata de los compradores de votos– y “quemar” a sus opositores. Pero también para visibilizar sus publicaciones, entrevistas y debates.
Esta ha sido la constante en la campaña promovida por los seguidores de Petro que tienen millones de seguidores en todas las plataformas: los congresistas del Pacto Histórico, en gavilla con los llamados “bodegueros” de Twitter, han hecho lo posible por desprestigiar a todo el que incomoda en el camino.
En consonancia con la advertencia que hizo el santandereano, quien advirtió que lo iban a querer graduar de uribista, Amauri Chamorro, estratega político que apareció en tarima con Daniel Quintero, trinó: “Aquellos que creen que Rodolfo Hernández la tiene fácil, se equivocan. Colombia recién conocerá su nebulosa historia de vida violenta y corrupta“.
De hecho, las plataformas que más utiliza Petro son las que más se prestan para las prácticas de las “bodegas”: Twitter y Facebook; contrario a las que más caracterizan a Hernández: Instagram y TikTok.
Pero distinto a esto, Petro también ha tratado de mostrarse cercano a los jóvenes con videos cortándose el pelo o con canciones de reguetón en el fondo, subiéndose a las tendencias de las redes.
El candidato de Santander, quien tiene un equipo fuerte de comunicaciones –13 personas en redes–, no mueve tal cantidad de “maquinaria” virtual ni cuenta con un arsenal semejante al del petrismo.
Otro de los frentes de batalla en las redes es el de pauta en Instagram y Facebook. Los candidatos que más invirtieron en el mes previo a la primera vuelta fueron Federico Gutiérrez ($1.400 millones); Gustavo Petro ($761 millones en su página oficial y $102 millones a través de la de la Colombia Humana); Rodolfo Hernández con $141 millones y Sergio Fajardo, con $138 millones invertidos.
Sobre esto último ha llegado información sobre algunas campañas que estarían pagando con tarjetas de crédito del exterior, para no tener que incluirlo en su reporte ante el Consejo Nacional Electoral.
Ahora bien, los números son llamativos porque el exalcalde de Bucaramanga invirtió varios millones menos que sus contendores y quedó de segundo. Eso demuestra que lo que sucede en la virtualidad no es para nada matemático ni ocurre de forma lógica, y que el peso del contenido importa más que la cantidad.
“No conozco ninguna campaña que haya ganado solo con redes sociales, pero sí conozco campañas que ganaron sin redes sociales y solo con actividades en terreno”, señala Camilo Alcalde, docente de Campañas Electorales y Marketing Político de la Universidad Nacional.
Hernández ha centrado su estrategia en las redes sociales y esta se ha vuelto complementaria a su trabajo en las calles, en donde ha invertido menos esfuerzos. Ya canceló su asistencia a debates hasta la segunda vuelta y, en general, no ha hecho muchas apariciones públicas, en contraste con la campaña de Petro, que se ha enfocado en todo lo contrario: llenar más de 130 plazas públicas.
Con todo, es difícil medir qué tantos de los seguidores y los “me gusta” se convierten en votantes, porque –como explica Juan Camilo Suárez– la mayoría de las interacciones las realizan los bots, contrario a lo que pasa en un espacio físico. Sin embargo, para Alcalde estas interacciones sí son fundamentales y pueden ser definitivas en las urnas.
Ahora, la presencia en los motores de búsqueda y el interés de las personas en investigar más sobre los presidenciables permite ver una perspectiva más clara, porque ahí no intervienen las bodegas.
Google Trends y SemRush (ver gráficas) muestran que las búsquedas de los nombres de ambos candidatos en internet incrementaron durante el último mes, superando a los demás aspirantes a la Casa de Nariño, casi como un reflejo del resultado de la primera vuelta.
Hernández se catapultó en búsquedas el 5 de mayo, cuando se viralizó la entrevista que le hicieron en Noticias RCN, en la que le mostraron una foto de su hija secuestrada.
Aún así, como dice Alcalde, y lo demuestran los resultados del pasado 29 de mayo, nada se explica solo por las redes sociales. El fenómeno de Hernández en las urnas no responde únicamente a sus TikTok, pues también tiene que ver con que se convirtió en la tercera opción viable para los indecisos y los que abandonaron a Federico Gutiérrez al verlo estancado las últimas semanas.
Esto último también se hizo notorio a mediados de mayo, cuando las personas dejaron de buscar al candidato paisa y se volcaron a “googlear” más a “Rodolfo”.
En ese contexto, para el próximo 19 de junio serán fundamentales los votos de opinión que dejaron los sufragantes de Fajardo y Gutiérrez. Hernández y Petro tendrán que jugársela toda para lograr hacer clic con sus audiencias, más allá de mostrarles a detalle sus planes de gobierno y las redes serán las herramientas fundamentales para ello.
Las estrategias que cada equipo está trabajando para embolsillarse la mayor cantidad de apoyos en las próximas tres semanas incluirán un fortalecimiento de todas estas estrategias en redes sociales durante las próximas semanas, mientras la guerra sucia y las bodegas toman fuerza para destruir al otro