Alonso Salazar Jaramillo, candidato a la Alcaldía de Medellín por la Alianza Verde y la ASI defiende con ahínco las obras que realizó cuando fue alcalde de la ciudad, en el período 2008-2011.
Hoy dice que quiere volver al piso 12 de la Alpujarra para recuperar la seguridad y recomponer el rumbo que, asegura, perdió la capital antioqueña.
¿En qué barrios está haciendo campaña?
“Camino por la zona noroccidental, nororiental. Hago unas rutas largas y aspiro a que de aquí a las elecciones no me quede ni un solo rincón de Medellín sin caminar. Hay zonas donde es más difícil el ejercicio de caminar como El Poblado porque no hay gente en la calle. En cambio voy bajando por cualquiera de las calles de la Noroccidental y la gente me entra para la casa y me dan tinto. En El Poblado voy a reunión con gremios o con asociaciones y también me paro en los semáforos y también voy al centro”.
¿Hay barrios a los que no ha podido entrar?
“Hay barrios donde nos han bajado la propaganda, pero no he tenido dificultad para entrar”.
¿Está amenazado?
“No”.
Usted propone unas vías longitudinales para la ciudad desde Simón Bolívar hasta Santa Mónica. ¿De qué se trata?
“Son unas longitudinales planeadas hace tiempo y no se hicieron y el problema que tenemos ahora es que casi todas están invadidas. Hay una franja que no está ocupada por edificaciones que va desde la Plaza Mayorista va hacia Belén Rincón, va por Campos de Paz y se proyecta hasta Simón Bolívar. Mi propuesta es que hagamos un comité coordinado por los gremios para hacer un nuevo plan vial de Medellín, pero que no digan que es el Plan de Alonso sino que sea un plan que quede con suficiente representatividad social para que quien siga en la Alcaldía también quiera ejecutarlo”.
¿Medellín no tiene hoy un Plan Vial?
“Está obsoleto. Donde están trazadas las vías hay barrios enteros. Hemos desplazado hasta el momento 24.000 viviendas para ejecutar obras. Yo creo que ese es un camino que se va agotando porque la gente se va resintiendo de tanto traslado. Yo le he dicho a los ingenieros que miren a Medellín y hagan túneles y por eso he propuesto que hagan un túnel por la 10, a la 10 la vamos a cruzar por debajo del aeropuerto para que salga al occidente y empate con la longitudinal”.
¿Esa propuesta es seria?
“Sí, sí, claro”.
¿De dónde sacará la plata?
“¡Eso no vale mucho! El túnel es solo de 600 metros. Los túneles que vamos a construir en la ciudad son pequeños y vale mucho más mover un barrio como La Iguaná que hacer un túnel en El Volador. Lo que digo es que hay que hacer un nuevo plan vial, pero hay que resetear, hay que tener en cuenta que esta ciudad tiene montañas y que de pronto uno podría ir de Aranjuez mucho más rápido si identifica un punto en el que se pueda hacer un túnel”.
¿Los recursos de las longitudinales de dónde saldrán?
“Del presupuesto ordinario del municipio. La ciudad tiene recursos para hacer obra, el problema ahora es que nos han dejado caer la malla vial y habrá que invertir mucho en eso”.
Propone dos monorrieles, lo mismo, ¿cómo los va a financiar?
“Vuelvo a insistir: aquí se confunden dos cosas, el sistema de transporte y el reordenamiento urbano. El reordenamiento urbano termina costando mucho más que el sistema de transporte y yo había pensado que el reordenamiento urbano fuera mínimo porque una de las características del tranvía es que se mueve muy amigablemente aún en calles estrechas, pero se duplicó el costo inicial. Ahora, el monorriel no tiene un sistema constructivo muy diferente del metro. Este es un sistema mucho más liviano, no hay que cerrar completamente la vía para la construcción y mucho menos para la operación. Lo que propongo es una gerencia inmobiliaria del metro que ya planeando donde van las estaciones con recursos propios, con créditos, con asocios con privados, con APP, se construyan centros comerciales. Hay empresas dispuestas hacer estos monorrieles con APP. Además he propuesto que sin cambiar la estructura de propiedad de EPM, que EPM tampoco sabe qué hacer con la plata, invierta en sistemas eléctricos de transporte y para eso no tiene que cambiar su objeto social para hacerlo. Si esos 30 kilómetros de monorriel nos valieran 1.500 millones de dólares, eso es mucha plata, eso sería una opción muy interesante para EPM como negocio”.
¿Usted por qué cree que las empresas quieren apostarle a una APP para un sistema de transporte masivo?
“Porque ya hablé con ellas”.
¿Cuál es el interés de esas empresas sabiendo que en otras ciudades hacer un sistema de transporte masivo no es rentable?
“Ese es un tema de oferta y demanda. ¿Cuánto vale hacer? ¿En cuánto tiempo se va a recuperar la inversión? La ventaja de las APP es que se proyectan a 30, 40, 50 años y si no da, pues se pone un aporte público para hacer el cierre financiero y entraría el municipio eventualmente”.
¿Usted tiene dudas sobre el cable del Picacho?
“Yo le hice una pregunta técnica al metro: si el cable de Santo Domingo se agotó y hay que hacer otro cable paralelo para la demanda que se genera, ¿por qué hacer otro similar al frente? Me sentaría a revisar con ellos. La estructura urbana de la noroccidental es muy distinta y allá podrían hacerse otras cosas que no sean metrocables, por ejemplo, los buses”.
Eso quiere decir que va a detener el proyecto...
“No, no me malinterprete, yo creo que fui muy claro. Lo que haré es evaluar, le hice una pregunta al equipo técnico y me gustaría escuchar sus argumentos, no he dicho nada distinto a que lo voy a evaluar”.
¿Cuál es su obsesión con construir el tren de cercanías?
“No, no, eso no es una obsesión mía, es una obsesión de Antioquia de hace 30 años. Ese tren le puede permitir a poblaciones cercanas llegar a la ciudad, ese medio tiende hacer mucho más barato, más confortable. En todas las gobernaciones han tenido un equipo de trabajo para el tren de cercanías... Yo le he echado cabeza al asunto y ya hay una empresa que me dijo que tenía una APP para el tren de cercanías”.
¿Ese proyecto es del resorte del alcalde de Medellín no es del Gobernador?
“Es del resorte del que lo haga, es igual al retorno de San Carlos y eso lo debería haber hecho un gobernador, pero lo hice yo, pero no para competir... pues ojalá uno pueda trabajar en llave con un gobernador porque siempre es más fácil si se suman más autoridades para hacerlo. Yo para gobernar no tengo celos, yo soy muy pelietas en campaña y en política... pero con Luis Alfredo Ramos hice todo lo que tenía que hacer”.
Pero esa relación fue muy difícil...
“Ah, pero eso pasó porque él hizo tomas hostiles como lo de Hidroituango y cositas así y claro, hay que pelear, pero hicimos lo que teníamos que hacer”.
¿Va a continuar con Parques del Río?
“Voy a decir una cosa bien sencilla que espero quede bien clara: ni sí ni no. ¿Por qué? Porque no sé qué es ese proyecto. Y no saber qué es ese proyecto, implica dos cosas: cuáles son los diseños completos y cuál es el cierre financiero. Yo sería muy irresponsable si dijera que sí y sería muy irresponsable si digo que no. Cuando llegue a la alcaldía podré mirar en qué está el proyecto”.
¿Qué tendría para a decir frente a críticas que le han hecho al Puente de la 4 Sur?
“El puente de la 4 sur es la postal de Medellín”.
Pero no es útil...
“¿Usted está preguntando o me está atacando? El puente de la 4 Sur fue pensado como un puente arquetipo. Estuve en París y en Bilbao y me di cuenta que las ciudades no hacían puentes para que crucen carros, sino que se vuelven íconos de las ciudades. Este puente estaba planeado, es el canal natural de la doble calzada de Los Balsos. Tiene unas obras complementarias que el alcalde no quiso hacer y que son muy importantes para que el puente adquiera plena funcionalidad”.
Usted ha dicho que va a atacar las estructuras criminales, ¿cómo?
“Le puedo hacer la lista que hacemos todos los candidatos, que se necesita más pie de fuerza, tecnología, que los cuadrantes... Todo eso hace falta, pero tengo una lógica que es bastante sencilla y es que si el alcalde no está al frente de ese tema, no hay nada. El alcalde tiene que estar más informado que la Policía o que el CTI. ¿Cómo consigue la información el alcalde? Los secreticos que la gente le pasa”.
¿Que hará para reducir los índices de homicidios?
“Hay un problema complicado: o tenemos una paz romana donde no hay homicidios o tenemos una seguridad real donde se combate la delincuencia y las estructuras y ¡probablemente se incrementen los homicidios! No es posible, aunque se hagan todos los esfuerzos, y no empiecen guerras por los relevos de esas estructuras. Yo volvería a decir lo mismo: o nos quedamos todos extorsionando y tranquilitos o decidimos atacar esas estructuras en el previsible escenario que pueden incrementarse los homicidios. Nos llenamos la boca hablando de posconflicto, pero no queremos asumir sus consecuencias. Entonces, a mí no me sirve la paz de los combos” .