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Las mayorías que se conforman en el papel no siempre se consolidan en las votaciones en el Congreso. Y un ejemplo de esto es que, pese a tener 20 senadores y 28 representantes –lo que lo vuelve el partido mayoritario–, el Pacto Histórico no podrá usarlas para quedarse con el control del Consejo Nacional Electoral (CNE).
De los 9 magistrados que conforman esa entidad, y cuyo periodo actual va hasta el 30 de agosto, el partido de Gustavo Petro tiene los votos necesarios para poner a 3 de ellos. Además, se da por descontado que se unirán con Alianza Verde para así poner un cuarto togado.
Y si bien esto marca una diferencia en torno a un organismo que se ha caracterizado por tener mayoría de centro-derecha, pues ahora habrá más magistrados ideológicamente volcados a la centro-izquierda, no les da para quedarse con el control absoluto del CNE.
Si bien este sector aún no se la juega por nombres, sí hay uno que es casi un hecho que estará por el Pacto en el CNE. Se trata del abogado Álvaro Echeverri, quien fue clave en la organización que tuvo el Pacto Histórico para recuperar más de 300.000 votos en las elecciones a Congreso y que, en últimas, les dieron las 20 curules de Senado.
La ficha de los verdes aún no se conoce, pero la colectividad –que se declaró de Gobierno– ya trabaja en una plancha que –al final– requiere del visto bueno del ministro del Interior, Alfonso Prada, para darle manejo en el proceso de votación en la plenaria; la cita es el 23 de agosto próximo.
Las otras mayorías
Pero estas cuatro bancas del CNE no le dan control ni a Petro ni a sus alfiles, pues está cocinándose una especie de disidencia de partidos que se han mostrado afines a las posturas del nuevo inquilino de la Casa de Nariño, aunque esperan no perder la supremacía que tienen en esta entidad.
En efecto, ya se han dado una serie de citas privadas en Bogotá entre los partidos de ‘la U’, Cambio Radical, Liberal, Conservador, Centro Democrático y los cristianos para conformar una plancha común que les permita meter hasta cinco de los nueve magistrados.
Eso ya les da mayoría sobre la formación del Pacto Histórico y, a diferencia del ahora partido de gobierno, ya tienen nombres sonando y haciendo campaña para buscar votos.
Entre el sonajero están algunos excongresistas, que se quemaron en las elecciones de marzo o que sencillamente no aspiraron a su reelección. Entre ellos se cuenta a César Lourduy, de Cambio Radical, a quien no le alcanzaron los votos para saltar de la Cámara al Senado.
También suena en el uribista Centro Democrático el exrepresentante Álvaro Hernán Prada, quien renunció a su curul antes de terminar su periodo por cuenta de investigación que se le sigue por presunta manipulación de testigos. Su caso está en la Corte Suprema.
Por las huestes del Partido de ‘la U’ viene haciendo campaña Maritza Martínez, exsenadora que no se quiso lanzar por su reelección. Y en los liberales está Harry González, otro exrepresentante que está en puja con el actual secretario privado de la Registraduría, Benjamín Ortiz.
Por eso, Petro y su equipo solo tienen 7 días para buscar cómo reacomodar las fuerzas en el Congreso si quiere que afines suyos sean mayoría en el CNE. Y eso no parece fácil y demuestra que las mayorías que ha construido están débiles y no han saltado del papel de los acuerdos burocráticos a la realidad política.