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Una reforma constitucional que busca reducir un mes las vacaciones de los congresistas fue el punto de quiebre que detonó una pelea interna entre dos reconocidas fichas del Centro Democrático: el representante a la Cámara por Bogotá Gabriel Santos –hijo del exvicepresidente Francisco Santos– y la actual presidenta de esa Corporación, Jennifer Arias.
Lo que comenzó con pullas a través de redes sociales, y con papeles pegados en la sede de la Cámara pidiéndole a Arias dar su firma protocolaria para que el proyecto pase a su segunda vuelta reglamentaria en el Capitolio, terminó con un llamado de atención del jefe máximo del Centro Democrático (CD) y líder político de los dos representantes: el expresidente y exsenador Álvaro Uribe Vélez.
“He sido respetuoso con los integrantes del Centro Democrático, nunca he sido amigo de censurar la palabra; sin embargo, debo censurar el irrespeto a Jennifer Arias, presidenta de la Cámara de Representantes”, escribió Uribe en su cuenta de Twitter.
Manzana de la discordia
El origen de la pelea se remonta a junio, cuando Santos tuvo que insistir en varias ocasiones que se le diera en la Cámara el último debate a ese proyecto antes de que se hundiera por falta de trámite.
La propuesta implica reducir el período de receso de la Cámara y el Senado de cuatro a tres meses, y constituye un hito porque representó, para los corporados, votar en contra de sus propios privilegios.
Así, la nueva legislación les exigiría a los congresistas retomar las sesiones el 16 de febrero y no el 16 de marzo, como dicta la Constitución.
Sin embargo, el lío está en que el proyecto necesita de la firma de Jennifer Arias para continuar con su proceso hasta la Presidencia y, pese a que reposa en su escritorio desde agosto, no ha sido priorizado.
“Llevamos más de un mes suplicándole a la Presidenta de la Cámara que le ponga una firma a nuestro proyecto para reducir el receso legislativo”, dijo Santos, quien además se refirió a una antigua rencilla que hay entre los dos porque él se opuso a la elección de Arias para su actual cargo como jefa de la corporación en la que ambos tienen curul por el uribismo.
“Siempre hemos estado en contra de esas jugaditas que terminan por poner por encima las diferencias políticas”, dijo el representante.
En contraste, Arias argumentó que no está en su poder “engavetar ningún proyecto”, y que el trámite no se ha dado por falta de tiempo. En ese sentido, asegura que solo será cuestión de encontrar un espacio en su agenda.
Defensa a la Presidenta
A los trinos de Uribe en defensa de Arias, se sumaron un comunicado de prensa del Centro Democrático y un pronunciamiento oficial por parte de la Comisión de la Mujer, en el que le piden al congresista Santos no “faltarle el respeto” a la líder de la Cámara.
“Ninguna mujer merece ser victimizada desde ningún punto de vista, es por ello que invitamos a quienes deseen manifestar sus diferencias para que, de una forma respetuosa y utilizando los canales legales, tramiten y diriman sus conflictos”, advierten.
En un tono similar, el CD la defendió calificándola como una “mujer de región”, y aseguró que conocen el “talante democrático, respetuoso y constructivo” de su compañera de bancada.
Santos, ¿distanciado?
En todo caso, esas dos no han sido las únicas veces que Gabriel Santos se ha distanciado de la posición de su partido.
Cabe recordar que una de sus diferencias más recientes fue con la moción de censura contra la exministra de las Tic Karen Abundinen. Para esa ocasión, el representante se mostró a favor, yendo en contra de su partido que siempre defendió a la funcionaria.
“Apegado a mis principios he votado de manera afirmativa la moción de censura en contra de la ministra de las TIC. En Colombia ha hecho carrera por demasiado tiempo la ausencia de responsabilidad política de muchos altos funcionarios. Los recursos públicos deben ser protegidos.”, sentenció. Como dato adicional, de esa bancada solo fueron dos sufragios a favor: el de Santos y el del también representante Ricardo Ferro.
En ese contexto, la politóloga Angélica Martínez, especialista en marketing político, analizó que Santos ha empezado a construir una figura de opinión en Bogotá “que lo hace actuar de una manera crítica, pero conservando el respeto por la militancia”.
Por ahora, a la iniciativa legislativa le esperan otros 4 debates en Cámara y Senado (ya surtió igual número de discusiones en primera vuelta). “Al Congreso le faltan solo tres meses para entrar a receso y, sin estar en la agenda de debates, no se puede avanzar”, agregó. Pero destacó que el favorecido, al final, sería Santos por una gestión positiva