Luis Alfredo Ramos no quiere que, por segunda vez, la Corte Suprema le impida ser candidato presidencial, y por eso, pese a que aun no falla sobre su proceso, se inscribió ayer como militante del Centro Democrático y manifestó su intención de participar en la contienda política.
El exgobernador de Antioquia dijo que su inscripción no era un gesto de rebeldía contra el alto tribunal, pero que tenía “derecho a clamar por que se me haga justicia, tengo derecho a pedir que cese este terrible suplicio moral que significa estar libre pero permanecer sub judice”.
Ramos estuvo acompañado por dirigentes políticos de Bogotá y Medellín y miembros del colectivo ‘Jóvenes por Colombia’. Le dijo a EL COLOMBIANO que no tenía carné del CD porque no existía el partido para el momento de su detención. Y para no dejar duda de que está listo para ser precandidato, precisó que se siente con la experiencia, los conocimientos y la fortaleza de carácter necesarios para gobernar a Colombia.
“He decidido dar el primer paso, para presentar mi nombre y competir, con la altura y la lealtad que han caracterizado siempre mis actuaciones, en la construcción de la gran coalición que lideran los presidentes Uribe y Pastrana, en la que ya participan figuras de altísima prestancia (...) para cambiar el rumbo del país”.
¿Es viable su candidatura?
Angélica Bernal, docente de Ciencia Política de la U. Jorge Tadeo, afirmó que este hecho no afecta mucho la dinámica electoral del CD, porque en los círculos más cercanos a Uribe ya dan por candidato único al senador Iván Duque. “Es una estrategia para seguir mostrando a los militantes de ese partido como perseguidos políticos, incluso en los casos en los que se ha mostrado que sí cometieron delitos”.
Al respecto Cristian Rojas, jefe del Departamento de Ciencia Política de la U. de la Sabana, manifestó que es una precandidatura inviable, pues aunque el caso ha tenido avances favorables, la Corte no va a tomar una decisión de tal impacto mediático, cuando el nombre Ramos se encuentra en medio del escándalo del cartel de la toga.
Sobre el particular, Ramos ha dicho que nunca pagó sobornos en su proceso y que estuvo tres años y tres meses detenido por falsos testigos.
Según Yann Basset, director del Observatorio de Procesos Electorales de la U. del Rosario, Ramos está tratando de presionar para que el poder judicial tome una decisión definitiva en su caso, y también para que se le considere en la consulta interna del CD. “Mientras no haya fallo es difícil que el DC se arriesgue”.
El proceso de Ramos concluyó en marzo de este año. La Procuraduría General pidió un fallo absolutorio ante la falta de pruebas en su contra.
