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Los secretos de las 24 horas en las que se cayó la MinTic

EL COLOMBIANO revela los detalles de cómo, después de muchos rumores, renunció la ministra Karen Abudinen.

  • Karen Abudinen duró 16 meses como ministra de las TIC de Iván Duque; renunció en la noche del 9 de septiembre. FOTO COLPRENSA
    Karen Abudinen duró 16 meses como ministra de las TIC de Iván Duque; renunció en la noche del 9 de septiembre. FOTO COLPRENSA
10 de septiembre de 2021
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En una reunión privada en la Casa de Nariño –el miércoles en la noche–, el presidente Iván Duque se sentó con quien fue hasta este jueves su ministra de las TIC, Karen Abudinen. En ese espacio se habló sobre su salida por cuenta del escándalo que desató el contrato con la Unión Temporal Centros Poblados, que tiene en riesgo de pérdida $70.000 millones.

EL COLOMBIANO pudo establecer que en ese encuentro a puerta cerrada, el mandatario no le pidió explícitamente la renuncia a la ahora exfuncionaria, pero entablaron una conversación sobre la polémica que desencadenó el contrato y la pérdida de respaldo político en el Congreso para afrontar la moción de censura que finalmente será votada este viernes a las 3:00 p.m. en la Cámara de Representantes.

La reunión, que duró cerca de 45 minutos, tuvo su epílogo en una declaración en la misma Casa de Nariño, en la que Abudinen leyó –sin aceptar preguntas de la prensa– su carta de renuncia. “Nunca dudé en renunciar, pero quise permanecer en el cargo unas semanas para continuar con las denuncias ante la justicia de los responsables de este acto criminal (...) Los que hoy se satisfacen lanzando humillaciones en mi contra, algún día cuando se imponga la verdad en todo su esplendor, reconocerán su error”, planteó la exministra, quien duró 16 meses en el cargo.

En su cita previa con el Presidente, uno de los temas más decisivos para que ella se apartara de su cargo fue la pérdida de respaldo político del partido de Gobierno, el Centro Democrático, pues congresistas como Gabriel Santos y María Fernanda Cabal manifestaron públicamente que –en su concepto– Abudinen debía abandonar la cartera de las TIC por cuenta del escándalo desatado con el contrato que buscaba llevar conexión a internet a 14.745 colegios rurales del país.

Esta conversación privada, según estableció EL COLOMBIANO, se citó después de una serie de acontecimientos que ocurrieron entre el martes y miércoles, siendo el más clave la moción de censura; de hecho, fueron determinantes para que se gestara la salida de Abudinen, aunque ella misma había fijado públicamente su posición de no dimitir bajo ninguna circunstancia, ya que consideraba que “los corruptos (involucrados en la pérdida del dinero) serían los mayores beneficiarios” si se apartaba del cargo.

Por su parte, el Jefe de Estado le había asegurado a este diario –el pasado 6 de septiembre– que le brindaría férreo respaldo, ya que “la ministra Abudinen no tiene ninguna conducta de corrupción ni ha propiciado actos de corrupción. Rescato tres decisiones importantes en este caso: ella denunció, caducó el contrato y tramitó los embargos”.

La moción fue determinante

A pesar de que el pasado 25 de junio se destapó el escándalo (ver Cronología) de las irregularidades en el contrato, por un valor total de $1,07 billones que se adjudicó a Centros Poblados, solo hasta este jueves se dio la renuncia de la ministra. Uno de los hechos con más peso en esta decisión fue la moción de censura que inició el 3 de septiembre pasado en la Cámara, y que no alcanzó a ser votada con la Ministra en funciones.

En ese escenario político, Abudinen tuvo que dar explicaciones sobre sus actuaciones en la entrega del anticipo y la falta de control previo para la aprobación de las garantías bancarias que presentó el contratista y que resultaron ser falsas. Tras realizar el debate la semana anterior, el pasado miércoles el Partido Liberal anunció que –así como los partidos de oposición– votaría a favor de la moción para tumbar a Abudinen del cargo. “Decidimos en bancada de Cámara, apoyar la moción de censura”, aseguró el representante Juan Carlos Losada.

Así las cosas, los 35 votos de los liberales se iban a sumar a los 10 del Partido Verde, a los dos del Polo Democrático, los dos de Mais, los dos de Decentes, uno de Colombia Humana, y a los cuatro del Comunes (exFarc). A pesar de que esa suma no alcanzaría la votación mínima (87 votos) para aprobar la moción de censura, este apoyo de los liberales representó un golpe de opinión.

A ese contexto se le sumó que ningún partido había decidido en bancada darle su apoyo a Abudinen, ni siquiera el de gobierno, el Centro Democrático. En esa colectividad el representante Gabriel Santos demarcó distancia y fue crítico al asegurar que “la responsabilidad política que ella tiene en lo acontecido es insalvable (...) Es imposible que la ministra continúe en su cargo”, planteó.

No obstante, desde otras colectividades hubo voces que salieron en su defensa. Ese fue el caso de Cambio Radical, donde los representantes Modesto Aguilera y César Lorduy aseguraron que la ministra debía seguir en el cargo para que continuara al frente del caso, ya que ella lideró la denuncia contra Centros Poblados, el proceso para caducar el contrato y los embargos hechos contra dicha firma. “La ministra tiene que quedarse para acabar con ese grupo de hampones. Su salida sería un premio para ellos”, dijo Aguilera.

A este escenario se le sumó que desde el Senado se había abierto la posibilidad de hacerle otra moción de censura a Abudinen y, por ejemplo, María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático, reveló que estaba de acuerdo con la salida de la ministra. “Yo le pediría la renuncia, pues hay responsabilidad tácita, más allá de la responsabilidad disciplinaria y penal”, dijo.

Además, también influyó en la renuncia el anuncio de la Procuraduría –hecho el lunes– de abrir una investigación contra Abudinen, para determinar si hubo de su parte responsabilidades disciplinarias por las irregularidades en el contrato adjudicado a Centros Poblados para construir 7.277 centros digitales en el Amazonas, Arauca, Bolívar, Boyacá, Casanare, Cauca, Chocó, Cundinamarca, Magdalena, Nariño, Putumayo, Quindío, Risaralda, Valle, Vichada y Bogotá.

Reacciones tras la renuncia

Después de conocerse que la ministra se apartó de su cargo, varios representantes a la Cámara reaccionaron a la decisión. Gabriel Santos aseguró que “atornillarse a su puesto le costó un desprestigio enorme al Gobierno y minó de manera seria la poca credibilidad que queda en algunas instituciones del país”.

Por su parte, Losada calificó como lamentable que “la renuncia terminó siendo un tema de aritmética y no de ética. Lástima que no haya asumido su responsabilidad política antes”. Mientras tanto otra de las citantes a la moción, Katherine Miranda, de la Alianza Verde, apuntó que la ministra dejó el cargo ante la presión del debate y planteó que “le pedimos a la mesa directiva de la Cámara de Representante que se haga la votación de la moción de censura”.

El paso al costado de Abudinen representó un nuevo golpe político contra Iván Duque, pues ella fue su sexta ministra citada a moción de censura (ver Recuadros) y la segunda que renunció tras enfrentarse a este proceso en el Congreso. El antecedente lo tenía el exministro de Defensa, Guillermo Botero, quien dejó su cargo el 6 de noviembre de 2019 tras el polémico bombardeo contra un campamento de las disidencias de las Farc en Caquetá, en el que murieron siete menores de edad.

¿Qué pasará con el contrato?

Además de las consecuencias políticas que conllevó el polémico contrato para el gobierno de Duque y en particular para Abudinen, las acciones legales en este caso seguirán en marcha para recuperar el dinero entregado y dar con los responsables de las irregularidades administrativas.

Tras hacer oficial la declaratoria de caducidad sobre el contrato con Centros Poblados el pasado 18 de agosto, este fue adjudicado a la ETB para que se encargue de ejecutar el proyecto mientras que avanzan investigaciones de orden civil, penal y administrativo en la Procuraduría, Fiscalía y Contraloría contra los presuntos responsables de la pérdida del millonario anticipo.

En ese contexto, Jorge Beltrán Pardo, experto en contratación y compras públicas, aseguró que el Gobierno tiene que seguir con medidas cautelares para recuperar los $70.000 millones del anticipo y, resaltó, “está en el deber de recuperar hasta el último peso, incluidos los de sus rendimientos financieros”.

Cabe resaltar que entre las medidas tomadas, el MinTic ordenó el embargo de las cuentas bancarias, inmuebles y vehículos de Centros Poblados y, según el presidente Duque, los embargos que se han hecho equivalen al doble del dinero que se le entregó en el anticipo a dicha firma.

Por otra parte, agregó Beltrán Pardo, el Estado tendrá que alistarse para enfrentar las demandas que el contratista sancionado iniciará contra la Nación, con las que reclamará por la caducidad con la que fue lo inhabilitaron por cinco años para contratar con el Estado, y cesaron automáticamente cualquier contrato estatal que tuviesen vigente, a nivel nacional o regional.

“Los jueces van a jugar un papel protagónico en establecer la legalidad de todo lo actuado y de que se proteja el interés público. Su principal función será buscar la justicia y no permitir que ese dinero sea ahora fuente de enriquecimiento ilícito de unos particulares que no ejecutaron las actividades contratadas por el Estado”, apuntó el experto.

Por cuenta de este escándalo, la gestión de Abudinen al frente del Ministerio de las TIC llegó a su fin y, tras 16 meses, tuvo que abandonar el gabinete antes de convertire –como todo indicaba que podía pasar– en la primera mocionada por falta de apoyo político en el escenario legislativo

$1,07
billones fue el valor del polémico contrato que le costó el cargo a Abudinen.

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