El proyecto de ley que buscaba reducir los aportes en salud de los pensionados del 12% al 4% fue objetado este martes por el presidente, Juan Manuel Santos, que de esta manera incumple una de sus promesas de campaña para la reelección, la cual era hacer que esta población pague menos por su seguridad social.
El Gobierno recalca que la medida disminuye una fuente importante de recursos para el sistema de salud “en beneficio de un grupo específico de aportantes”, lo cual, dicen, pondría en riesgo el derecho a la salud de cerca de 4,4 millones de afiliados al sistema.
En un comunicado, se argumenta que el impacto para el bolsillo del Estado rondaría en promedio anual los 3,7 billones de pesos, entre el 2017 y el 2022.
Lo cual haría, según las cuentas de la Presidencia, en un impacto de 100 billones de pesos en los próximos 20 años.
De parte del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, informó que el proyecto generaría una falta de equidad y progresividad, pues se propone una modificación “a la carga impositiva de un grupo específico de contribuyentes, omitiendo analizar su capacidad contributiva”, que le bajaría la cotización de salud al pensionado, desde el que recibe un salario mínimo, hasta el que percibe varios millones de pesos.
Sin embargo, el ponente de la iniciativa, el representante a la Cámara, Cristóbal Rodríguez, argumentaba que era injusto que los impuestos que debe pagar un pensionado en Colombia, que dependen en su gran mayoría de este activo, sea uno de los más altos de Latinoamérica.
Por poner un ejemplo, en Perú, el porcentaje que debe pagar un pensionado de aportes al Estado está en un 4%, mientras que en Bolivia sube solo al 5%.
Para el caso colombiano, uno de los mayores obstáculos que presenta el sistema pensional es la baja cantidad de personas que cotizan, pues de los 22 millones de trabajadores que tiene el país, solo 7,7 millones aportan para el Sistema General de Pensiones.
Dicho fenómeno suele ser relacionado con la baja confianza del ciudadano ante este esquema.
