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No cayó nada bien la decisión que tomó la Fiscalía sobre el caso de Álvaro Gómez Hurtado. Desde Washington, el fiscal Eduardo Montealegre dijo que el proceso no prescribirá hasta 2022: “Atendiendo la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía considera que la investigación por la muerte de Álvaro Gómez Hurtado cumple su término de prescripción el mes de marzo del 2022 y no a los 20 años de la muerte del político conservador”.
El 2 de noviembre de este año se cumplen 20 años del asesinato del líder conservador. Los familiares de Gómez Hurtado han solicitado en diferentes ocasiones que la Fiscalía declare el caso como crimen de lesa humanidad para que no se venzan los términos. Sin embargo, el Fiscal ha señalado que el crimen no se puede declarar de lesa humanidad porque no fue un ataque generalizado contra la sociedad.
Ampliar la prescripción del caso fue la solución de Montealegre. Sin embargo, esta decisión no fue bien vista por el abogado Enrique Gómez, sobrino de Álvaro Gómez Hurtado. “El fiscal está creando una nueva cortina de humo para esconder la realidad de que el caso prescribió sin acciones efectivas de la Fiscalía para solucionarlo”, le dijo el jurista a RCN Radio.
Para Gómez, la Fiscalía no ha sido diligente a la hora de tomar los testimonios de testigos claves que tenían enlaces con el Cartel de Cali y que podrían aportar sobre el asesinato del líder conservador. No obstante, hace dos semanas la Corte Suprema de Justicia negó declarar de lesa humanidad el crimen de Gómez Hurtado, justamente porque los términos se vencerían hasta 2022.
Frente a estas acusaciones la Fiscalía se ha defendido señalando que continúa investigando el crimen. Como argumento está la citación de Rito Alejo del Río, excomandante de la Brigada XVII del Ejército.
Con esta indagatoria la Fiscalía busca determinar el alcance de los testimonios del desmovilizado Edwin Zambrano Pinto, alias ‘William’, perteneciente a grupos paramilitares. Según Zambrano, en 1995 se realizó una reunión con Rito Alejo del Río en la que le dio instrucciones a sus subalternos que adelantaran asesinatos selectivos, entre ellos el de Álvaro Gómez Hurtado.
Del Río está detenido desde 2008 en las instalaciones del Batallón de Policía Militar No. 13. Fue condenado a 25 años de prisión en 2012 por su responsabilidad en el asesinato de un campesino en 1997.