La relación entre el presidente Gustavo Petro y su exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, se ha deteriorado drásticamente, alcanzando niveles de confrontación pública sin precedentes, con frases bastantes polémicas.
Las recientes declaraciones del mandatario durante una intervención pública, calificando a Leyva como un “viejo decrépito”, generaron una ola de críticas y pusieron en entredicho la estabilidad dentro del gobierno.
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El mandatario colombiano también aseguró la existencia de “un complot internacional” detrás de los recientes ataques mediáticos y políticos, afirmando que este problema amenaza toda la democracia del país.
Dicha confrontación política ocurre en un momento crítico para el Gobierno, que enfrenta desafíos tanto en el orden público interno como en las relaciones comerciales internacionales. Este último punto fue el que más criticó Leyva en su segunda carta.
Por eso, el presidente Petro expresó su molestia ante la carta de Álvaro Leyva, en la que este criticaba su manejo de la política exterior y le solicitaba dejar la Presidencia de la República.
“No son las locuras de un viejo loco decrépito que está sacando la herida de que no pudo seguir siendo canciller o su hijo. Y debe saberse, porque la culpa no la tiene el viejo. Lo que ha salido en el día de hoy no es un chisme, es un complot”, sostuvo el jefe de Estado.
Asimismo, enfatizó su autoridad en las relaciones exteriores, invocando la Constitución y afirmando que no necesita convocar a la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores para tomar decisiones cruciales.
“Yo soy el jefe de las relaciones exteriores de Colombia, dice la Constitución, vamos a hablar con Xi Jinping de tú a tú, no como arrodillados”, detalló.