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Con la claridad de que el Papa Francisco tiene a Colombia en su agenda, pero con la prudencia de no dar fechas, el nuncio apostólico en Colombia, monseñor Ettore Balestrero, en entrevista con EL COLOMBIANO, se refirió a la importancia de la visita del pontífice al país y a la actual gira del máximo jerarca del catolicismo por América.
De igual forma, les pidió a las Farc hechos contundentes de paz y les envió un mensaje a las comunidades afectadas por el conflicto.
Señor Nuncio, ¿cuál es la importancia que el Papa Francisco esté de visita en América Latina?
“Es un mensaje de esperanza para América Latina. La visita del Papa es una visita evangelizadora y orientadora. Es una visita especial para Colombia porque ahora tenemos al Papa cerca, en la frontera, y entonces, su mensaje, su palabra es para encontrar a los jóvenes... y eso nos debe llegar a nosotros también”.
¿Por qué Colombia se quedó por fuera de esta primera gira del Papa por América?
“Porque hay que priorizar. En esta gira, él visita varios países y sería imposible juntar un país tan grande como Colombia en una gira que incluye otros países. No se puede”.
Usted mismo ha dicho que el Papa Francisco ha estado muy pendiente del proceso de paz. ¿Qué le pregunta?
“El Papa sabe de la realidad colombiana. Él reza por la paz en Colombia y desea la paz. Lo que no hace es entrar en los mecanismos técnicos de cómo se hace la paz, pero él espera que haya paz, justicia, verdad y unidad en el pueblo colombiano”.
“No. Es un tema que no hemos tocado. Pero la idea que tenemos es mirar cuáles son las propuestas que se le pueden hacer al Papa. No sabemos ni el año ni la fecha en que vendrá y no podemos caer en la lotería de las fechas simplemente porque no las sabemos, pero claro, el Papa nos ha dicho que vendrá y el deseo de los obispos es empezar a pensar dónde podría ir. Le repito, ese es un tema que no hemos hablado”.
“El Papa viene, antes que todo, para evangelizar y anunciar a Jesucristo. Y claro, viene también para que el país se una, para que el país logre un sentido y refuerce la identidad católica. Ahora bien, reforzando esa identidad, también se aumente la capacidad de los colombianos para entenderse, para perdonarse, para escucharse. Eso es esencial para tener unidad y para tener paz”.
Excelencia, en este momento Colombia vive un momento difícil con su proceso de paz, ¿qué piensa sobre la ruta a seguir?
“Pienso que cada uno tiene que hacer lo suyo. Considero que el proceso de paz no depende de los colombianos. Pienso que los ciudadanos deben, simplemente, rezar para que se abran sus corazones. Me parece que para que haya paz hay que buscar soluciones que sean sostenibles, de largo plazo y una solución que sea sostenible debe ser aceptada y sostenida por la comunidad internacional y por las dos partes. Se necesita una reflexión de ambas partes. Es muy importante que cese la violencia por parte de las Farc porque esto lo que está generando es una separación más profunda entre ellos y la población”.
Hay poblaciones que en las últimas semanas sufrieron con atentados de las Farc, especialmente en el Pacífico, ¿qué lectura hace?
“Considero que lo primero es un cese por parte de las Farc a todo lo que está pasando y así mostrar que verdaderamente hay una voluntad de paz”.
¿Pero usted espera que ese cese sea solo de las Farc o va más allá y esperaría que sea un cese bilateral?
“A mí no me corresponde entrar en eso, no soy yo quien negocia. Los que están haciendo la violencia son las Farc. Me parece que los que están destrozando los corazones son las Farc y son ellos los que cuando se alcance la paz se integren al país”.
Monseñor, su mensaje entonces es, a pesar de todo, de esperanza...
“Mi mensaje es de fe y de esperanza. Dios es el Dios de todos, esta situación no escapa a sus manos. En cualquier situación se puede construir la paz a pesar de cualquier hecho si se quiere. A los colombianos que están en zonas lejanas, que sepan que hoy en día hay una voluntad de buscar oportunidades y que por favor estudien, que se formen”.