El coronavirus en Colombia deja hasta el momento 387.481 contagios, 12.842 muertes, 212.688 recuperados y 161.141 casos activos, es decir, que aún tienen la enfermedad provocada por el virus en su cuerpo, según el Ministerio de Salud.
En un ejercicio de caracterización realizado por el Instituto Nacional de Salud (INS) se puede ver cómo el virus ha llegado a cinco grupos poblacionales diferentes, como el personal de salud, la comunidad afro, las comunidades indígenas, las madres gestantes y los extranjeros en el país.
Para entrar en detalle, el INS en su página web actualiza semanalmente cómo están siendo impactadas.
Según el reporte del pasado sábado, las comunidades más afectadas son las afrocolombianas, con 17.214 contagios y 556 muertes, mientras que las indígenas tienen 5.619 casos y 43 muertes (ver infografía). No obstante, la Organización Indígena (Onic), cuestiona la demora en la actualización de estos indicadores, pues en sus propias cuentas, reportan 7.093 casos confirmados de contagio y 244 fallecidos hasta el momento.
¿Por qué importa?
De acuerdo con el epidemiólogo e infectólogo de la Clínica Universitaria Bolivariana y del San Vicente Fundación de Rionegro, Carlos Agudelo, es relevante que se tenga esta información, porque se visibiliza el problema en poblaciones con mayor riesgo o priorizadas.
“En este caso, los afro y los indígenas, principalmente porque tienen dificultades debido a condiciones socioeconómicas culturales y de acceso a los servicios de salud”.
Además, Agudelo precisó que se puede ver que la letalidad es muy similar a la población general. “Y en lo que tiene que ver con maternos y neonatos, la mortalidad es inferior al promedio”, dijo el especialista.
En este punto vale la pena recordar que el INS cuenta con brigadas de epidemiólogos de campo, quienes viajan a las zonas más alejadas del país para buscar el coronavirus y asesorar a las autoridades locales a la hora de tomar decisiones relacionadas con la salud pública, como los cercos epidemiólogicos, tal cual lo contó a EL COLOMBIANO Maritza González, coordinadora del Programa de Vigilancia de Campo del INS.
“Nos formamos para dar respuestas a los brotes o epidemias. Desde lo logístico, siempre se revisan las capacidades locales para dar respuesta desde lo local, y de ahí los organizamos para poder hacer las investigaciones de campo”, agregó la especialista.
Desde las comunidades afro
En cuanto a la población que se reconoce como negro, mulato, afrodescendiente y afrocolombiano, el Ministerio de Salud señaló que son alrededor de 2,9 millones.
Y frente al panorama que plantea la covid en sus comunidades, Marino Córdoba, presidente de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (Afrodes), sostiene que las dificultades que viven, principalmente, pasan por la falta de acceso a servicios tan básicos como agua potable, teniendo en cuenta que entre las recomendaciones para prevenir el contagio aparece el lavado frecuente de manos con agua y con jabón.
“La situación es cada día más preocupante, aunque tenemos diálogo constante con las comunidades. Pero en las regiones están muy preocupados por el incremento de casos y también por la falta de atención de las instituciones”, reveló Córdoba, quien manifestó que algunas comunidades están echando mano de la medicina tradicional para hacerle frente al coronavirus.
¿Y el personal de salud?
Las alertas del personal de salud están desde el principio. Primero pasaron por las dificultades salariales que enfrentan; luego, con la falta de insumos de protección para estar en la primera línea de atención y, ahora, reportan demoras hasta en la entrega de resultados de la prueba para seguir o no trabajando.
En este punto, vale la pena mencionar que según la Federación Médica Colombiana, citando a la Contraloría General, el 47% del personal compra los elementos de protección personal de su bolsillo y solo “al 8 % le han hecho pruebas para el covid 19”.
Carolina Corcho, vicepresidenta de la Federación, manifiesta que tienen reportes de disminución de honorarios e ingresos en algunas especialidades, que van hasta el 35 % y deudas que superan hasta un año sin ser pagadas, aún en medio de la pandemia.
“La situación de precarización laboral es la misma que hemos tenido en los últimos años y por eso hacemos un llamado a que se cumplan los compromisos que las autoridades y actores del sistema han hechos con los trabajadores de la salud”, agregó la vicepresidenta de la Federación.
Tanto Contraloría, como Procuraduría y Defensoría, han llamado la atención de las Administradora de Riesgos Laborales (ARL) para que entreguen los insumos de protección. Incluso, el Ministerio de Trabajo, indicó que tienen un plazo máximo de 72 horas para cumplir ante la solicitud de los profesionales.
Fasecolda, gremio que reúne a las ARL del país, con corte a julio, indicó que había entregado al menos 31,8 millones de elementos de protección al personal de salud del país.


