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“No dejaré la actuación pero quiero seguir escribiendo y dirigiendo”: Salvador del Solar

  • Es la opera prima de Salvador del Solar y consiguió con esta varias nominaciones a los Premios Platino. FOTO Cortesía
    Es la opera prima de Salvador del Solar y consiguió con esta varias nominaciones a los Premios Platino. FOTO Cortesía
08 de junio de 2016
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Magallanes es la opera prima del reconocido actor peruano Salvador del Solar. Fueron cerca de 10 años de trabajar en una idea, en un guión que a pulso y gracias a los premios ganados en los concursos internacionales fue forjando con mucha paciencia. La cinta narra la historia de un exsoldado (Magallanes) que trabaja como taxista y es chofer ocasional de su antiguo superior, un anciano coronel retirado interpretado. Su vida da un giro cuando a su taxi sube una mujer que hace parte de su pasado y que ahora atraviesa graves problemas económicos. Ayudarla se convertirá en una obsesión para Magallanes. “La culpa, el deseo de redención, la ilusión del perdón y del amor, son los temas que atraviesan esta inquietante cinta”, dice la sinopsis de la misma.

Para el actor es una historia que tiene mucha resonancia en el momento actual colombiano, ya que la cinta enfrenta desde la ficción, heridas que dejó el paso en su país de Sendero Luminoso. EL COLOMBIANO habló con el actor quien disfrutó esta faceta de escribir y dirigir la cinta y que espera, en un futuro no muy lejano, volver a embarcarse en un proyecto similar.

La cinta está actualmente en cartelera en Vizcaya y en el Centro Colombo Americano.

(Lea aquí la critica de Oswaldo Osorio a Magallanes)

¿Cómo fue el proceso del guión?
“Al momento de comenzar a rodar yo llevaba 8 años trabajándole al guión. El guión tuvo un trabajo más o menos de 6 años hasta que comenzó el trabajo de conseguir los fondos para la película pero esos dos años yo seguí trabajando en el guión. La cinta comenzó a rodarse a comienzos de 2014”.

¿Y no hubo mucho desgaste emocional en ese tiempo?
“Fue un proceso de un aprendizaje muy largo, nunca había hecho un guión. El aprendizaje no se limitó al solo hecho del lenguaje y la gramática, sino que también como productor a la práctica, a hacer realidad una película, ir convenciendo gente para la producción, el equipo técnico, el elenco y para las posibles coproducciones que se fueron consolidando en el camino ya que es una cinta que es una coproducción entre Perú, Colombia, Argentina y España”.

¿Cuál fue la participación de Colombia?
“Colombia cuenta con la presencia de Felipe Martínez, coproductor con la empresa Proyectil y también fue director de casting. La dirección de fotografía estuvo a cargo de Diego Jiménez y el jefe de todo el equipo de los eléctricos al servicio de la dirección de fotografía fue otro colombiano, César Augusto Casallas, y en la parte artística el actor Jairo Camargo interpreta el papel del mayor Medina”.

¿Tiene su ventaja haber estado delante de cámaras tantos años a la hora de dirigir?
“Es algo nuevo para mi pero el hecho de tener 20 años de experiencia me ayudó mucho en los trabajos con los actores. Llevaba mucho rato trabajando el guión y sentía que tenía una relación cercana con los personajes, los sentía como familiares míos. Ya al rodar sentía que hablaba el mismo lenguaje de los actores, una experiencia similar a la de un director técnico de un equipo de fútbol que en el pasado fue futbolista”.

¿Qué fue lo más complejo del proceso en cuanto a la producción?
“Magallanes ha sido una cinta afortunada. En el año 2009 conseguí una Beca de la Fundación Carolina y Casa de América para desarrollar el guión. Me fui 2 meses a Madrid para trabajar intensamente en el guión junto a 20 proyectos de Iberoamérica. En 2010 y 2011 seguí trabajando en el tema en combinación con mi trabajo como actor en Colombia. Ya en el año 2012 participé en un concurso de producción convocado por el Ministerio de Cultura de Perú, estuve entre los 6 proyectos ganadores y obtuvimos un estímulo bastante importante pero insuficiente para la realización total pero que ya ubicó al proyecto en una posición donde era más fácil conseguir coproducción, en Perú se unió una empresa peruana llamada Tendero”.

¿Cómo llegaron Argentina, Colombia y España a la coproducción?
“Con Colombia se logró coproducción a través de las empresas Proyectil y Cinerama y con Argentina a través de Cepa cine. Siendo una coproducción tripartita aplicamos al programa de Ibermedia y entre los 3 (Perú, Argentina y Colombia) países conseguimos el dinero suficiente para preproducción y el rodaje. Ya luego de rodada la cinta, a comienzos de 2014, enviamos el primer corte a concurso al Festival de San Sebastián que tiene una sección llamada Cine en construcción, son cintas que han sido filmadas pero no están terminadas en post producción. Se presentan cerca de 160 cintas por año y ganan 6. Quedamos entre las 6 y luego ganamos el premio cine en Construcción con lo cual toda la postproducción se hizo en España y así se convirtió este país en el cuarto coproductor”.

Los actores vinculados y el equipo en general es de mucha trayectoria y calidad
“En el camino tuvimos la fortuna de que grandes como Damian Alcazar, Federico Luppi, Magaly Soler, Christian Meier, Jairo Camargo, apostaron por el guión. Los proyectos se van fortaleciendo por quien hace parte de sus elencos y de quien lidere los equipos artísticos y técnicos. Tenemos un gran equipo de todos los países que participan y han hecho de Magallanes una cinta sólida”.

¿Cómo ve el incremento en Colombia y América Latina del público que asiste a ver cine latinoamericano?
“Alrededor del Festival de cine Iberoamericano de Lima se ha demostrado con los años que existe un apetito por ver nuestro cine y esa demanda existe porque creo que el público de todos nuestros países reconoce el ingrediente extra que tienen nuestras películas, no solo somos espectadores del cine como estamos acostumbrados a ver en cintas norteamericanas o europeas, sino que somos protagonistas de las historias que se cuentan allí, son nuestras historias, nuestros acentos, nuestra gente”.

¿Pero aún así falta que haya más asistencia?
“En el mercado predomina la industria norteamericana, como es lógico los espacios para las películas nacionales se vuelve bastante cuesta arriba. Concuerdo que ha ido creciendo un público que todavía es minoritario pero que parece irse consolidando para ver nuestras historias”.

¿Con tanto tiempo actuando que tal la experiencia de escribir y dirigir?
“Si bien actuar es interpretar un personaje al servicio de una historia, hay una dramaturgia en el trabajo de la actuación. Si bien escribir parece ser solamente poner letras en un papel ya tiene parte de dirección y en mi experiencia hay un trabajo de actuación pensando en los personajes. Dirigir implica ocupar una posición que no había tenido como actor, hacerme responsable del universo general de la historia que se está contando. Son ángulos diferentes pero la responsabilidad del actor, con lo enorme que es, se limita a un personaje en particular y su relación con los demás, mientras que la del escritor y más la del director tiene que ver con darle forma a la totalidad de la historia”.

¿Habrá mas proyectos como Magallanes a futuro?
“Espero que sí, estoy desarrollando algunas historias en combinación con el trabajo como actor. Espero que en dos años se consolide algún proyecto para poder ser rodado. Es una experiencia que me encantaría volver a explorar. Sigo actuando, me encanta actuar, me apasiona pero no puedo descuidar esta nueva faceta que me dio Magallanes, tanto en la escritura como en la dirección”.

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