No se trata solamente de leer libros, escuchar música o ver cine. La Encuesta de Consumo Cultural del Dane, que define preferencias de actividades de los colombianos, incluye en el mismo envoltorio de “culturales” a las corridas de toros, las ferias municipales y el zoológico.
Esto quiere decir que en el escenario de las políticas de Estado, ir a un concierto de Madonna, leer una novela, revisar Facebook o visitar la Hacienda Nápoles son eventos culturales.
El indicador en este campo que se destaca en Medellín es la lectura de libros, que creció del 17 %, en 2017, a 22 %, en 2018. Así lo define la Encuesta de Percepción Ciudadana, hecha por Medellín Cómo Vamos, que examina lo que piensan los paisas sobre su calidad de vida.
Además, la Encuesta Nacional de Lectura, realizada por el Dane en 2017, posicionó a la ciudad como la que más lee en Colombia con 6,8 libros por persona al año, por encima de Bogotá, con 6,6 (aunque la encuesta se hizo solo entre personas que leen).
Para el exdirector de la Fiesta del Libro de Medellín, Juan Diego Mejía, estos números son el reflejo de aciertos sociales. “Mantener el vigor de la Fiesta del libro ha sido fundamental. Esto hizo que se abrieran más librerías y editoriales, contrario al resto del país”, explica Mejía, quien fue Secretario de Cultura entre 2004 y 2005.
El funcionario agrega: “Una política que ha tenido continuidad entre los últimos cuatro gobiernos. Los parques biblioteca, con todas sus debilidades, son una realidad”.
De hecho, en 2017 y 2018 la Fiesta del Libro alcanzó su cifra más alta: 500.000 espectadores, la cuarta más significativa de América Latina, según la Secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín, Lina Botero. “Eso da cuenta de una ciudad que viene desde hace años generando promoción de lectura y escenarios para el libro”, comenta.
Más público y escenarios
Por otro lado, asistir a espectáculos públicos sigue siendo importante para el colombiano y, particularmente, para el medellinense.
El informe de la web del Gobiermo Pulep, que monitorea artes escénicas y espectáculos en Colombia, muestra que Medellín se posici0nó como la segunda ciudad del país con mayor recaudo de contribución parafiscal por espectáculos públicos como conciertos, obras de teatro o danza. Este impuesto se reinvierte en la infraestructura del sector.
“Estas cifras dan cuenta que en Medellín cada vez se va más a este tipo de actividades”, comenta Lina Botero.
Así mismo, la Encuesta de Consumo Cultural en Colombia, publicada hace dos semanas, indica que dentro de la categoría de Espectáculos y Presentaciones, la asistencia a conciertos fue la más relevante, con un 31,6 %.
Otra mirada
No todos los datos son alentadores. El informe Medellín Cómo Vamos muestra un indicador alarmante. La gente no ve con interés la cultura, sobrepone otros temas como salud y educación. 34% no ve con interés ninguna actividad de esparcimiento. La cultura aparece en el último escalón de preferencias del paisa y de la administración municipal –tuvo el presupuesto más bajo (2 %) de todas las áreas para 2018–.
Para Juan Diego Mejía, esos porcentajes hablan de una apatía hacia este campo. “Nuestra sociedad todavía no tiene en su imaginario los asuntos culturales. Comparada con la salud, la cultura es marginal”.
Sin embargo, Lina Botero no lo ve así. “La cultura de todas maneras aparece en el top 10 de los intereses más importantes. Sigue siendo este un tema prioritario para el ciudadano”.
Así no sea lo principal para estos ni para la Administración, es claro que está entre sus rutinas diarias: sea leyendo un poema, asistiendo a un centro comercial, visitando la nueva sede de la Biblioteca Pública Piloto o viendo los hipopótamos del Nápoles. .