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Algunos están experimentando con nuevas recetas en la cocina, otros aprovechan el tiempo para estudiar y los demás se están reencontrando con joyas de la literatura colombiana.
Los músicos Andrés Cepeda y Adriana Lucía, el chef Juan Manuel Barrientos, el escritor Jorge Franco y el comediante Dany Hoyos revelaron esos “tesoros” que han descubierto en estas semanas de cuarentena y aislamiento preventivo.
Cinco personas distintas que cuentan cómo les ha ido en el aislamiento buscando esas otras pasiones y actividades que desconocían o habían olvidado. Aunque para un par de ellos, las cosas poco han cambiado, más allá de tener que lavar y limpiar más de lo común.
Libros y cocina
Tras su paso por el reality Master Chef, la artista cordobesa Adriana Lucía sigue apasionada por los temas gastronómicos, un hobbie que siempre la ha acompañado.
En dos semanas que lleva en la casa dice que descubrió el encanto de releer libros y organizar su biblioteca personal.
Hablando de “joyas” con las que se volvió a encontrar de inmediato menciona al escritor Manuel Zapata Olivella (1920-2004), del que dice quiso mucho. “Parece que él también me quiso, así sea un poquito, pero eso es bastante para mí”, relata la rubia. A Zapata Olivella, autor de Chambacú, Corral de negros y Changó, el gran putas, entre otras novelas, le dedicó un hilo en Twitter, que suma más de 300 retuits y 1890 Me Gusta.
Pocos cambios a lo habitual
Jorge Franco, escritor de novelas como Rosario Tijeras, Paraíso Travel, Melodrama o El cielo a tiros, afirma que su rutina, en la cuarentena, no ha cambiado tanto. “Casi siempre me la paso encerrado escribiendo o leyendo, y tengo una vida social muy escasa”.
El autor, nacido en Medellín hace 39 años, reconoce que sigue haciendo lo mismo, “solo que ahora con total incertidumbre. Mi reencuentro, básicamente, ha sido con la escoba y la trapeadora”.
Dany Hoyos, creador e intérprete de Suso, el paspi, ha estado en las últimas semanas bastante ocupado al frente de la campaña Amigos de cuarentena, que lidera Te Creo, la corporación y escuela de arte que él mismo dirige.
A través de la iniciativa están auxiliando a 500 familias que tienen diferentes necesidades, en el especial de alimentación y pagos de arriendo.
Sobre esta temporada de obligada permanencia en la casa, apunta: “Redescubrí novelas como El tambor de hojalata, El síndrome de Ulises, Los miserables y El evangelio según Jesucristo”.
Por ahora está dedicado a sus dos grandes pasiones: la lectura y la salsa, a la vez que decidió asumir el reto de armar rompecabezas.
Todo un extraño
Poco acostumbrado a estar en casa por las giras y conciertos que lo llevan de país en país y de ciudad en ciudad, y más habituado a los hoteles que a su propio hogar, el músico bogotano Andrés Cepeda está aprovechando este receso para darle los toques definitivos a su nuevo álbum, que debe salir en el segundo semestre de este año.
“He tenido tiempo de cocinar, de aprender nuevas recetas y también para limpiar, porque nos ha tocado dividirnos con Elisa (la esposa) las tareas de la casa y pues me ha tocado aprender a lavar baños y lavar ropa”, comenta el artista que está disfrutando bastante la estadía, toda una novedad para él.
La casa siempre es su compañia
El chef y emprendedor antioqueño Juan Manuel Barrientos, del restaurante El Cielo, por su parte, reconoce que habitualmente es una persona que permanece en casa y que su actividad social se limita a visitar sus restaurantes, y que está aprovechando esta temporada para estar en familia y jugar con su pequeña hija, de la que se ha vuelto su modelo para maquillaje y peluquería.
“Gratamente me encuentro con algo que ya estaba viviendo”, comenta al reconocer que el “encierro” no le ha dado duro, porque es muy casero.
Además de cocinar y explorar nuevas preparaciones e ingredientes, Barrientos decidió reconectarse con lo académico, inició dos cursos virtuales en la Universidad de Yale, uno sobre liderazgo y otro de finanzas. De esa manera le saca provecho a esta coyuntura sanitaria, que obligó al cierre de sus restaurantes, de los que ofreció, en especial en la sede en Medellín, sus cocinas y preparaciones en caso de que los hospitales lo requieran en medio de la emergencia.