La semana pasada el Senado de la República aprobó la ley Esterilizar Salva, a través de la cual todos los perros y los gatos en condición de calle serán esterilizados con financiación del Estado, con el fin de frenar el crecimiento desmedido de la población de estos animales debido al maltrato y al abandono al que con regularidad se ven expuestos.
“Esta es la primera ley que obliga a la Nación a destinar recursos para la protección de los gatos y perros, como una política de Estado. La esterilización es la acción más urgente en el país, de cara a la mitigación del sufrimiento de los animales de compañía”, explicó Andrea Padilla, autora de la ley.
Y es que en Colombia existen más de 11 millones de perros y gatos, de los cuales tres millones se encuentran en condición de calle, por lo que se estima que al Gobierno le costaría unos $32.000 millones esterilizar únicamente al 5% de esos tres millones.
Además, “el programa de esterilización se llevará a cabo mediante puntos fijos de esterilización y unidades móviles enfocadas en animales callejeros y refugios, llevando a los municipios campañas de educación sobre la tenencia responsable de mascotas, de la mano del Ministerio de Medio Ambiente, que será el encargado de reglamentar el programa con las metas, indicadores, protocolos y seguimiento”, como explicó la senadora en un comunicado de prensa.
No obstante, y pese a que la Sociedad Mundial para la Protección Animal ha afirmado que “la difícil condición de los animales de la calle es uno de los asuntos de bienestar animal más visibles en el mundo hoy”, muchos expertos argumentan que capturar, esterilizar y soltar (CES) no es la mejor solución.
Así lo hizo saber, por ejemplo, la bióloga Yolima Vargas en su cuenta de X, donde escribió: “Para los interesados en conocer por qué la evidencia muestra el fracaso de CES, recomiendo este artículo. Lo que sí es eficiente para disminuir las poblaciones, es la adopción, soltarlos es incluso poco ético”.