La señal para empezar era un video de dos minutos en el que los músicos de la Orquesta Filarmónica de Medellín interpretaban ese pedazo tan conocido, y pegajoso, de la Oda a la Alegría: Escucha hermano la canción de la alegría / el canto alegre del que espera un nuevo día.
Esa era la instrucción, y la inspiración, para que otros músicos en sus casas salieran a la ventana, al patio, al balcón, o en cualquier espacio que se les ocurriera, a entonar, o a tocar con su instrumento, ese fragmento que es el final del cuarto movimiento de la Novena Sinfonía de Beethoven.
Y no solo los músicos, la invitación era para que la gente en sus casas la cantara y la compartiera en redes sociales con la etiqueta #SomosMúsica. Lo hicieron en San Javier, Robledo, Enciso, Laureles, Alfonso López, Belén La Palma, Villa Hermosa, Pilarica y Calazans. Llegaron videos de otros municipios como Liborina, Envigado, Sabaneta, Bello, La Estrella, Guarne, La Ceja, Caldas, San Jerónimo, Chigorodó y Apartadó, y los compartió la Filarmónica, desde donde se propuso la actividad, en sus cuentas de Facebook e Instagram.
María Catalina Prieto, subdirectora de programación de la orquesta, cuenta que además de los músicos del grupo que hicieron parte de esta iniciativa, otros de proyectos como la Preorquesta Urabá, Coro Reconciliación y Estudiantes de canto de la Universidad de Antioquia se sumaron. “La idea era que a las 12:00 del mediodía de ayer estuvieran cantando o interpretando esta canción como símbolo de unión fraternal, de que a pesar de la distancia estamos juntos, que saldremos unidos de esto y que todos somos música”.