Elvis Pelvis no es un error tipográfico. Aunque su acta de nacimiento diga Presley, ese particular movimiento de cadera que enloquecía a las chicas le dejó ese apodo. Un periodista del diario Los Ángeles Herald-Express se refirió al músico de esa manera en uno de sus artículos. Era 1956 y con ello nacía una de las tantas maneras de referirse a este icono musical.
Un rey que puso al mundo a vibrar con su guitarra hasta que un 16 de agosto de 1977, lo encontraron sin vida en el baño de su casa. Un paro cardiaco. Han pasado 40 años desde esa escena y, sin embargo, Presley sigue siendo el rey.
Pionero del rock and roll, y cantante de otros géneros como country, blues, baladas y gospel, vendió más de 1.000 millones de discos. Además, la revista Forbes lo ubicó en el cuarto puesto entre las celebridades fallecidas con mayores ingresos, con una suma de 27 millones de dólares.
Tanto era el dinero que ganaba que cuentan que regalaba Cadillacs a las personas que se encontraba en la calle.
Su legado
Fue músico, actor, icono de la moda y símbolo sexual, muy a su estilo. No solo era el movimiento de pelvis, también su voz –capaz de cambiarla según el género–, su peinado –al que no se le escapaba ni un pelo– y su atuendo –¿quién no lo recuerda con el enterizo blanco brillante?–. Era él, simplemente, el mismo hombre que nació el 8 de enero de 1935 en el condado de Tupelo en el Estado de Mississippi.
“Fue pionero de la música moderna con canciones como Don’t be cruel (1956), Jailhouse rock (1957) o Are you lonesome tonight (1960). Su voz era espectacular, tanto que le pidieron que la afinara más para convertirse en barítono. De esa manera interpretó canciones tan famosas como la italiana O sole mio”, recuerda el fanático de Presley y melómano Jaime Olano.
Una voz que no pasará de moda, añade el coleccionista de música Rodrigo Peláez. “Se adaptaba divinamente casi a cualquier género, desde el blues hasta la música mexicana. Una voz cumbre”.
Tan incrustada se quedó su música que sus canciones son versionadas por cientos de artistas en el mundo. Solo basta recordar temas como Teddy Bear en los instrumentos de ZZ Top o Love me tender en la voz de Andrea Bocelli.
Como actor
Su legado no se quedó en la música. Como otros artistas se dio la oportunidad de actuar en 31 películas, la mayoría musicales de comedia, aunque en Charro! (1969) hace de vaquero.
Los fanáticos consultados como el cantante y fan Jorge Juan Mejía, coinciden en que como actor no brilló.
“Presley era apuesto, gustaba a la chicas y eso las llevaba al cine, pero, por ejemplo, las peleas actuadas se notaban demasiado falsas aunque eran películas entretenidas, sobre todo Blue Hawaii (1961). La verdad como actor fue malito”, dice entre risas Jorge.
Su debut en el séptimo arte fue en la cinta Love me tender de 1956 con 21 años. Y como fue en la mayoría de sus filmes, la música siempre estuvo presente, “pero el argumento era muy malo”, opina Olano.
Símbolo sexual
El joven Elvis era el formato de chico apuesto que muchas aman. Enamoró tanto a mujeres blancas como negras, en un Estados Unidos donde las diferencias raciales eran aun más marcadas que hoy.
La comunidad blanca lo tildaba de vulgar por sus bailes y por hacer de la “música de negros” algo popular, si bien la negra también tardó un poco en aceptarlo. En una época en la que los blancos no bailaban, él lo hizo y eso cautivó a sus seguidoras. Marca registrada de El Rey hasta su muerte. “El público femenino lo puso en un pedestal”, añade Mejía.
A pesar de que lo rodearon mujeres hermosas, a la única que miró de verdad fue a Priscilla, con quien contrajo matrimonio en 1967, se divorció en 1973 y tuvo su única hija: Lisa Marie Presley, de 49 años en la actualidad. “Priscilla le dijo un día, ‘escoge entre la música y yo’. Ya conocemos la respuesta”, recuerda Jaime.
¿Y en la moda? Pues Elvis se hizo popular al usar camisas con cuellos anchos al punto de la exageración, y otras con estoperoles que brillaban sobre escenario. Su traje blanco con pantalón bota campana y detalles dorados es un clásico tan recordado como los trajes de David Bowie.
Aunque en principio usó el estilo rocker, o así le llamaron a la estética del jean, chaqueta de cuero y botas. Rebeldía pura que llegó con el Rock and Roll, como lo describió la diseñadora neoyorquina Diana Fernández en su blog Vestuario Escénico. Para ella, Elvis contribuyó en el cambio de la estética juvenil, lo que desembocaría en la revolución juvenil en el vestir de los 60.
Mito y leyenda
Ahora bien, al morir, El Rey se convirtió en leyenda y al mismo tiempo en un mito. Su muerte se produjo por un infarto al parecer por la gran cantidad de medicamentos prescritos que tomaba para las enfermedades que padecía, entre ellas glaucoma e hipertensión arterial.
También hay teorías de la conspiración. Algunos dicen que está con vida en Argentina, como lo escribió el periodista Jerónimo Burgués en su libro El rey vive entre nosotros, al que le siguieron la pista medios como Página/12 y Rolling Stone. Su teoría señala que el músico norteamericano vivía en una área del Gran Buenos Aires y que había desembarcado en Ezeiza el 17 de agosto del 77 por petición de Nixon y confabulado con la CIA. Y aunque el encuentro con el presidente es real (registrado en fotos y en las bitácoras de la Casa Blanca), nada demuestra que el resto de la información vaya más allá de una leyenda popular.
El rey vive, pese a todo. En el recuerdo de los fanáticos, en la radio que aún pasa sus canciones, en Youtube –el video Jailhouse rock tenía 92.779.000 reproducciones hasta ayer–, en la subasta de su piano este miércoles en eBay, que está valorado entre 2.5 y 5 millones de dólares, y en los cientos de imitadores. Es inmortal.