Más allá de la nómina alterna que tuvo que alinear el DIM en el pasado clásico, restando posibilidades ante Nacional, lo cierto es que en los últimos cuatro derbis que perdió el Poderoso de forma consecutiva, el desacierto a la hora de plantear los juegos fue clave en el trámite y resultado de dichos encuentros.
Por ejemplo, en el 5-2 del pasado 25 de agosto, la primera parte del encuentro fue ampliamente favorable para el DIM que sorprendió a Nacional con presión alta hasta que llegó el gol que abrió el marcador a su favor antes de los 20 minutos y, a renglón seguido, aún con un cuadro verde confundido, el Poderoso no capitalizó ese momento con un juego inteligente y le entregó el balón que empató rápidamente y en el segundo tiempo sacó ventajas insalvables.
Y como este ejemplo hubo otros en los juegos mencionados en los que el conjunto rojo halló las grietas en el esquema del elenco verdolaga, pero no logró capitalizarlo en dominio prolongado y goles.
Claro que en honor a la justicia es necesario resaltar que los partidos con mayor lucidez estratégica de Juan Carlos Osorio desde que regresó a Nacional fuero, justamente, enfrentando a Medellín.
Queda entonces para el entrenador Aldo Bobadilla encontrar el plan pertinente para desactivar al rival en el juego de mañana y lograr de esta forma un triunfo necesario para reforzar el estado anímico del equipo y apremiante teniendo en cuenta la supremacía verde en el último año y medio, algo que, sin duda, enturbia la relación entre equipo y afición roja.
Suponiendo que el Poderoso empleara su equipo de gala, los puntos más álgidos que debe reforzar en la estrategia ante Nacional es el trabajo por los costados, vía por la que el cuadro verde sacó enormes ventajas en ataque, como el mismo técnico paraguayo lo reconoció.
Si Bobadilla no quiere resignar la posibilidad de sacar los laterales y sumarlos al ataque, debería alinear dos extremos o volantes de ataque capaces de hacer relevos defensivos cuando sea pertinente y de paso ocupar a los carrileros verdes.
“Ayudarle” al ataque
La pelota quieta fue un elemento decisivo en los últimos clásicos, pero sirvió para inclinar la balanza del lado verde. Cuatro de los 12 goles que marcó Nacional fueron por esa vía, mientras el DIM solo sumó un tanto por esta vía, obra de Jesús Murillo tras un tiro de esquina, para abrir el marcador en el 5-2 (de los dos penales convertidos por el cuadro rojo en dichos duelos).
Aunque en reiteradas oportunidades el Poderoso pudo vulnerar el arco rival por esta vía, demostró poco trabajo en la táctica fija.
“Hemos analizado bien al rival y aunque tienen cualidades, sobre todo en ataque, la idea es que ellos se preocupen por la propuesta que nosotros hagamos. Hay que ser ordenados y ambiciosos”, resaltó Larry Angulo.
