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El repaso táctico que le dio Nacional a Huracán en el juego de ida de la primera fase de la Sudamericana (3-0), dejó secuelas en el equipo argentino al punto de que decidió salir en su campo con una línea de cinco y sin decisión para atacar.
Hasta el gol de Nacional, gracias al penal convertido de Andrés Andrade (15’), el cuadro verde hacía un buen juego, ocupando espacios y controlando el ritmo del partido.
Pero la holgura en la llave y la obligación del rival de hacer cinco goles para montarse en la serie, llevó al elenco antioqueño a dosificar y propició algunos errores defensivos, uno de ellos, materializado en el empate del conjunto local (21’).
Buscando recuperar el dominio del juego el equipo verdolaga adelantó líneas para el segundo tiempo y orientó el trámite del partido hacia las bandas, sobre todo por sector derecho. Comprendió que el centro del campo estaba densamente poblado y facilitaba las intenciones de Huracán.
Hay que decir que el equipo verde intentó respetar su idea y mantener dinámica con el balón en posesión, pero el rival ejerció un juego fuerte, por momentos malintencionado, y se hizo imposible para los dirigidos de Osorio realizar ese fútbol.
Lo que sí merece revisión es la fluidez del bloque ofensivo. Tanto individual como colectivamente el desempeño de Gustavo Torres y Fabián González Lasso estuvo muy por debajo de lo que el equipo requiere de ambos.
De todos modos el técnico Osorio se mostró satisfecho y entregó un buen balance del partido.
“Tal como lo expresamos antes del juego, siempre es una gran oportunidad jugar contra equipos argentinos y medir nuestra capacidad de competir. La competitividad del futbolista argentino es conocida mundialmente”, dijo el entrenador risaraldense, quien resaltó el estilo de fútbol directo del local ante el cual, dijo, Nacional se adaptó bien para disputar el partido desde lo físico y lo posicional.
Con el objetivo cumplido de la clasificación ahora el Verde se enfocará en el DIM.