Desde Argentina el técnico Reinaldo Rueda, que vive un momento estelar con el Flamengo, tras clasificarlo a la Copa Libertadores y llevarlo a la final de la Suramericana, lamentó el momento de Nacional que ayer se quedó sin técnico luego de la renuncia del español Juan Manuel Lillo.
“Qué difícil situación, me da mucha pena por la afición y por el doctor Ardila”, indicó el extécnico verdolaga que solo se limitó a decir: “Dios proveerá”, al preguntarle sobre un posible regreso suyo a la dirección técnica del club antioqueño.
Para los analistas consultados, la decisión de Lillo fue sensata, porque cambia el entorno negativo que había en la afición, que ya amenazaba con no asistir al estadio en caso de que el español siguiera al frente del equipo.
El mismo René Higuita, quien lo apoyó después de la eliminación en Liga, indicó que ellos, los jugadores y el grupo de trabajo, daban su opinión, pero la intención no era ir en contra de nadie y menos polemizar con la afición.
John Jairo Carmona, exjugador de Nacional, cree que Lillo se equivocó al cerrarse a la prensa. “Todos dicen que es una gran persona y un excelente técnico, pero como no se dio a conocer en los medios (no daba entrevistas) y trabajaba a puerta cerrada, era difícil que se hiciera cercano a la gente”.
Con Lillo el club verde disputó 26 partidos, 22 fueron de Liga (ver gráfico): ganó 14, empató 4 y perdió 8 para un rendimiento total del 59 %. En Liga, en cuanto a ese aspecto, logró un 62.1%, desempeño bueno, pero que no le alcanzó para disputar el título.
Luis Alfonso Bendito Fajardo, exjugador del equipo, dice que Nacional se alimenta de títulos y buen juego, y en esos dos aspectos se rajó el entrenador. “Tienen la oportunidad de traer a un estratega que seduzca a la afición. Ojalá acierten”.
