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Después de la frenética cuarta etapa del Giro de Italia, de 202 kilómetros desde Catania, los ciclistas colombianos respiraron al salvar una jornada que parecía de transición pero que al final resultó sinuosa, sobre todo en los 300 metros de ascenso finales hacia la meta en Caltagirone.
Allí, el belga Tim Wellens (Lotto Soudal) exhibió, con un ritmo demoledor, su fortaleza y potencia para llevarse el triunfo, su segundo en una ronda italiana.
El criollo que mostró mejor rendimiento en el primer test en subida, el cual no estaba categorizado, fue el bogotano Esteban Chaves (Mitchelton), décimo, a 4 segundos del vencedor.
“Ahora sí se empezó a correr el Giro”, dijo Chaves a Señal Colombia, en referencia a la dureza que se empieza a sentir luego...
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