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Es raro ver una etapa de transición, o mejor de tregua, en el Tour de Francia como la de ayer. Hasta Egan Bernal (Ineos), el mejor colombiano en la clasificación general, se sorprendió.
Fue el campeón de Sudáfrica, Daryl Impey (Mitchelton), quien levantó los brazos en señal de triunfo tras imponerse a su compañero de escapada, el belga Tiesj Benoot (Lotto), en los 170.5 kilómetros entre Saint-Étienne y Brioude, donde los candidatos al título dieron libertad a los fugados y arribaron 16 minutos después.
“Fue tranquila para lo que normalmente se vive en el Tour”, dijo Bernal, que mostró optimismo al saber que se mantiene en la pelea, tras no sufrir ningún percance hasta ahora y porque en la segunda semana de competencia llegará un terreno que se acomoda más a sus condiciones.
“Hay que estar adelante todos los días. En la semana que llega ya empieza la montaña, las subidas largas, se tendrá la crono. Pienso que los kilómetros acumulados se van a sentir, pero a la vez podrá ser incluso más fácil para estar mejor ubicado. Todo esto irá poniendo a cada equipo en su sitio”, agregó Bernal, sexto en la clasificación general, a 1.16 del local Julian Alaphilippe (Deceuninck-Quick Step).
Pese a la calma, Nairo Quintana (Movistar) indicó que esta clase de jornadas son de mucho desgaste, que aún ve fuerte a los rivales y que anhela ya la alta montaña para ver cómo responden allí.
Por el momento, en nueve jornadas todavía no se ve un dominador absoluto, guión que en pasadas ediciones se percibía con la escuadra británica Ineos, antes denominada Sky, y en la que Geraint Thomas defiende el título y Bernal es la segunda carta para retener la camiseta amarilla.
Para algunos es pronto para tener esa sensación, como lo hizo saber a EFE el director del Groupama, Philippe Mauduit. “Da la impresión de que están esperando, preparando la emboscada”.
El exciclista Jean-François Bernard prosiguió: “Parece que la carrera está más abierta, pero puede que solo sea una impresión. (Ineos) Siguen siendo los favoritos”.
El sábado, a 15 km de llegar a Saint-Étienne, se fueron al piso Thomas, a quien se le partió la bicicleta, y Michał Kwiatkowski. Un susto que no pasó a mayores pues rápidamente, y con vehículo prestado, Geraint se reacomodó y volvió al pelotón principal. La incógnita de la hegemonía del Ineos se resolverá cuando el Tour pique hacia arriba.
Hoy será la décima fracción, 217.5 km entre Saint-Flour y Albi. Etapa llana, previa al primer día de descanso, en el que se recargarán baterías para desafíos venideros .