Cuando todo parecía indicar que el equipo Ineos Grenadiers retomaría rápidamente su dominio en una ronda de tres semanas, tal y como lo venía haciendo en los últimos años (7 tours de Francia, un Giro de Italia y dos vueltas a España), se derrumbó como un castillo de naipes de un momento a otro.
Luego de ganar la primera etapa del Giro de Italia con el local Filippo Ganna, ese día, en la modalidad contrarreloj, su compañero y primer aspirante al título, el inglés Geraint Thomas, le empezaba a sacar ventaja a sus principales rivales.
Sin embargo, de manera inesperada, la mala fortuna volvió a la escuadra británica.
En plena salida de la tercera etapa, de 150 kilómetros entre la población Enna y la cima en el volcán Etna, Thomas tropezó con una caramañola y se fue al piso.
Desde ese momento, el campeón del Tour de Francia 2018 y subcampeón en 2019, vivió todo un infierno. Producto del dolor de los golpes y el fuerte ritmo impuesto por adversarios, sobre todo del ecuatoriano Jonathan Caicedo (EF), Thomas fue incapaz de darles cacería. Al final arribó a meta a 12 minutos y 19 segundos del vencedor suramericano, perdiendo la opción de luchar, en su cuarta participación, por el título de la corsa rosa.
“Geraint recibió un golpe significativo en la parte posterior de la cadera izquierda y tiene algunas abrasiones en el brazo y la pierna izquierdos. Las radiografías iniciales no mostraron nada roto, pero estamos esperando confirmación para mañana -hoy-. Continuaremos monitoreándolo”, dijo en la página oficial del Ineos el médico Phil Riley.
De esta manera, el Ineos, con un presupuesto anual de 46 millones de euros (unos 56 millones de dólares), siendo el de mayor inversión dentro del pelotón mundial, vive un nuevo descalabro en una temporada para el olvido.
Hace poco, en el Tour de Francia, no logró retener el título con el colombiano Egan Bernal, que por problemas físicos se retiró de la competencia antes del inicio de la jornada 17.
Mientras que, de cara a la Vuelta a España este 20 de octubre y en la que apostarían por Chris Froome, aún no se conoce cómo sigue de forma y nivel competitivo tras superar un accidente el año pasado ni mucho menos cómo ha evolucionado Egan de sus malestares.
Para el entrenador colombiano Luis Fernando Saldarriaga lo que le sucede al Ineos es normal en el medio del ciclismo, pues como agrega, todas las rachas no son positivas.
“Las caídas hacen parte del ciclismo. Lo que pasa es que dentro de la estructuración de ese equipo, en el cual se tienen en cuenta los más mínimos detalles, y que ha marcado un hito en la construcción del ciclismo como organización, logística, previsión tecnológica, planificacón, dinámica de rendimiento, resulta sorprendente observar que este año no se les ha dado los resultados”.
Para Saldarriaga, el presente de ese conjunto también podría obedecer a un tema de reestructuración interna. “Van a tener que definir en qué cosas están fallando, pues en sí hay detalles que son de planificación, de manejo de grupo y preparación. Como siempre estábamos acostumbrados a que todo lo tenían meticulosamente medido, se les ve raro fallar, aunque repito, de un accidente nadie está libre. Creo que es el momento de hacer una reingeniería en su jefatura de rendimiento deportivo” .
