Hace menos de dos años, mientras sus amigos entrenaban en bicicletas de carbono, Juan David Ochoa Henao lo hacía en una de hierro, a la que, según él, le sonaba hasta la pintura. Además, para las competencias, rodaba en otra prestada.
Hoy, este antioqueño, que de niño practicó patinaje, es una de las mayores promesas del ciclismo de pista, modalidad en la que, gracias a su constancia y perseverancia, viene recogiendo frutos.
Entre ellos, vivienda en la Villa Antonio Roldán Betancur, indumentaria deportiva, donación de una cicla para su mejor formación y oportunidades en diferentes eventos para que demuestre su clase y dé espectáculo ante grandes figuras del ciclismo mundial.
“Desde que haya deseo de salir adelante, las adversidades se pueden superar”, expresó ayer Juan David, quien no oculta su ansiedad de hacer parte, por segundo año consecutivo, del EPM Medellín de Pista, certamen que se cumplirá en el velódromo Martín Emilio Cochise Rodríguez entre este jueves y sábado.
“Esto para mí es como un premio, porque no cualquiera tiene el privilegio de estar en un certamen con ciclistas tan importantes”, dice Ochoa, quien aún tiene presente el evento de 2016, cuando compartió con uno de sus ídolos, el francés Grégory Baugé, múltiple medallista olímpico y mundial.
“Fue una linda experiencia. Recuerdo que por muy poco me privé de podio en el keirin (fue cuarto). Ahora espero hacer una mejor presentación y a la vez disfrutarlo, y más sabiendo que estarán deportistas que le han dado alegrías a Colombia como Mariana Pajón o Rigoberto Urán”.
A sus 20 años, y ya con un título nacional en categoría mayores -velocidad equipos en 2016 junto a Santiago Ramírez y Rubén Murillo- Juan David afirma que el llamado al Medellín de Pista es un aliciente más para alcanzar una de sus metas, clasificar a una Selección Colombia. “Mi deseo es darle alegrías a mi familia y al país”.