En su primera Copa Mundo de BMX, realizada en Argentina en 2016, María Camila Restrepo fue cerrada por una venezolana en la línea de carrera y, en el montículo inicial, cayó al suelo.
“Fue un golpe muy fuerte; el ‘doc’ me hizo un chequeo rápido y me llevó a la carpa, en la que me aplicaron inyecciones para que se me fuera el dolor. Esa carrera me hizo crecer como deportista”, relata la paisa de 18 años.
Allí se dio cuenta de lo difícil que es competir en un certamen de estos. Un mínimo detalle puede definir la mala suerte o la gloria.
No obstante, Camila reconoce que eso la hizo madurar y que ahora, en la Copa Mundo que empieza mañana en Papendal, Holanda, aspira a llegar a semifinales y “por qué no, a una final”.
Además, tiene una amiga que la impulsa a ser mejor cada día: Mariana Pajón, que ha recogido varias medallas doradas en estas citas.
“Ella me da consejos, como en Argentina. Me vio nerviosa y me dijo ‘tú puedes, es un vuelo tranquilo y cómodo’, lo que me dio fuerza para saltar”.
Con todos estos aprendizajes, y pensando en sortear los duros obstáculos de Papendal, juega cartas, lee y hace recuperaciones con masajes, hielo y calor; para soltar su cuerpo y llegar enfocada.
