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Con el liderazgo de Juan Diego Tello, Quibdó descubre talentos para el baloncesto

Cerca de 120 jóvenes del baloncesto acudieron a la cita del capitán de la Selección, Juan D. Tello.

  • Los fundamentos técnicos son determinantes en la carrera profesional. Aquí, Juan Diego Tello explica movimientos. EL COLOMBIANO acompañó el campamento. FOTOs Jaime Pérez
    Los fundamentos técnicos son determinantes en la carrera profesional. Aquí, Juan Diego Tello explica movimientos. EL COLOMBIANO acompañó el campamento. FOTOs Jaime Pérez
  • Entre los jóvenes seleccionados había representantes de clubes que ya tienen formación en el deporte.
    Entre los jóvenes seleccionados había representantes de clubes que ya tienen formación en el deporte.
  • La respuesta de los deportistas fue positiva. También se incluyó gente de barrios populares de Quibdó.
    La respuesta de los deportistas fue positiva. También se incluyó gente de barrios populares de Quibdó.
  • El baloncesto femenino tiene gran acogida en esa región, hay buen biotipo. Fotos jaime pérez
    El baloncesto femenino tiene gran acogida en esa región, hay buen biotipo. Fotos jaime pérez
15 de agosto de 2022
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En la entrada del coliseo del Barrio El Jardín de Quibdó había una fila larga de jóvenes. Estaban ansiosos por entrar, cambiarse, mostrar su talento y conocer en persona a Juan Diego Tello, capitán de la Selección Colombia de baloncesto masculina, quien con la Fundación Encesta tus Sueños y el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, organizaron un campamento para conocer e iniciar un proceso de seguimiento a los nuevos talentos del Chocó.

Mientras la fila iba creciendo afuera y los 120 niños invitados llegaron al lugar, adentro del escenario estaban Tello, el basquetbolista antioqueño Cristian Arboleda, la capitana de la Selección Colombia femenina, Yaneth Arias, y el exjugador profesional Fabián Alejandro Machado, conocido como Coach Fama. Ellos ultimaban detalles para recibir a los jóvenes, que llegaron cumplidos a la cita a pesar de que el sábado la capital del Chocó amaneció sin servicio de energía eléctrica.

Arribaron atletas de varios clubes con sus pantalonetas, camisetas de manga corta y tenis aptos para sacarle provecho a la ocasión. Pero también llegaron de los barrios Obapo y el Reposo, dos de los más golpeados por la violencia urbana en esa capital y que ha llevado a que en el último lustro hayan sido asesinados más de 600 jóvenes.

La mayoría tenía puesto el uniforme de educación física del colegio. Para algunos era la primera vez que pisaban el coliseo. Como no tenían la indumentaria adecuada, la vigilante del lugar no los iba a dejar ingresar. Pero al final lo hicieron y se sentaron en una gradería, juntos, lejos de los muchachos de los clubes que lucían confiados.

Los habitantes de estos barrios fueron invitados por el programa Jóvenes Resilientes que coordinan la seccional Chocó de USAID y la organización estadounidense Acdivoca. Las diferencias entre los muchachos de esos lugares periféricos de Quibdó y los que viven en la zona céntrica es evidente: son de menor estatura, se ven más delgados y una gran cantidad son hijos de campesinos desplazadas por la violencia que trabajan en minas de oro.

Las diferencias técnicas también eran evidentes. Los basquetbolistas de los clubes cogían el balón con más capacidad, eran más veloces y hacían con facilidad los ejercicios propuestos por los entrenadores. Eso se explica en que muchos de ellos entrenan tres veces a la semana, mientras que los habitantes de los barrios periféricos pocas veces pueden jugar, ya que cerca de su lugar de residencia solo hay una placa de cemento en la que principalmente juegan microfútbol.

Buena estrategia

Para intentar romper la desigualdad entre estos chicos, los entrenadores idearon la estrategia de mezclarlos por clubes y luego los dividieron por edades. Yaneth se encargó de los niños entre 8 y 11 años, con los que en un primer momento hizo ejercicios de lanzamiento. Juan Diego Tello estuvo a cargo de los adolescentes entre los 12 y los 13 años, con los que trabajó movimientos de ataque.

Mientras que Cristian Arboleda y Coach FaMa se encargaron de los más grandes. El antioqueño trabajó movimientos defensivos, mientras que el exbasquetbolista fue el encargado de realizar ejercicios de coordinación con pelotas de tenis y conos. Con todos los grupos conformados, y antes de que empezaran la acciones, Juan Diego Tello, quien impulsó el campamento, contó de manera breve su historia deportiva. Luego empezó la acción.

“Honestamente veo en el grupo las ganas de salir adelante. Para mí lo más gratificante es ver que los que están aquí tienen en verdad la voluntad de aprender. Eso me tiene contento. Pudimos organizar todo bien. Las bases salieron perfectas”, aseguró Tello.

Los deportistas se movían de un lado a otro. Lanzaban, encestaban, se reían y disfrutaban, mientras los profesores, con ojo atento, corregían movimientos, daban recomendaciones para mejorar en alguna fase del juego y anotaban los nombres de los más destacados para hacerles seguimiento en los próximos meses y luego llevarlos al campamento principal, que se realizará durante cinco días en Medellín en una fecha aún por confirmar antes del final de año.

Más allá de dominar el balón

Pero el trabajo de la primera jornada no solo fue para que los atletas sudaran y ejercitaran su cuerpo. También hubo un par de actividades que pretendían incentivarlos a crear un proyecto de vida basado en la planificación de objetivos y en la toma de decisiones. Esto con el objetivo de impactar no solo la parte deportiva, sino el espectro mental de los participantes.

Una de ellas estuvo a cargo de Tello, quien después del almuerzo invitó a pasar al frente a uno de los jóvenes que se considerara buen lanzador. Un muchacho de unos 15 años, que mide cerca de 1,80 de estatura, se puso de pie, y con paso confiado se paró al lado del basquetbolista, quien lo retó a realizar la mayor cantidad de cestas que le fuera posible. Los primeros tres tiros los erró, pero los siguientes los metió.

Luego, cuando el joven ya había tomado confianza, Tello le vendó los ojos y, junto a los otros entrenadores, le indicó que intentara lanzar en esa condición. El chico lo intentó y estuvo cerca de lograrlo en varias ocasiones, pero no pudo. Luego, cuando les destapó los ojos, el antioqueño hizo una reflexión en la que indicó que muchas veces las oportunidades están al frente y no las ven por tener los ojos cerrados y ocupados en otras cosas.

El otro ejercicio fue una charla de motivación a cargo de Luis De Luque, psicólgo y realizador de redes sociales barranquillero que trabaja desde hace varios años en el equipo de Tello. Sobre la actividad, Luis comentó que “lo más importante es que los muchachos se lleven algo en la cabeza. Una idea diferente y de cambio que es lo que nosotros buscamos. Con el tiempo tan reducido que tenemos es poco lo que podemos hacer deportivamente. Por eso queremos dejarles una enseñanza”.

El primer día finalizó con los niños regresando a sus casas en el centro y las periferias de Quibdó, mientras Tello, Arboleda, Coach FaMa y Arias, rendidos después de un largo día de trabajo, se sentaron en el suelo del camerino del coliseo, sin zapatos, a descansar.

Brandon Martínez González

Estudiante de periodismo de la Universidad de Antioquia. Interesado en el periodismo narrativo y los deportes.

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