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Una pesadilla despertó a Helio Neto. Las luces de una casa en la ciudad brasileña de Chapecó se prendieron para saber qué le pasaba a este defensa central.
—Soñé que el avión se caía. Hacía mucho frío, llovía. Tenía que socorrer a mis compañeros. Fue lo que se le escuchó decir cuando se sentó sobre la cama.
Faltaban 72 horas para que el Chapecoense recorriera 7.022 kilómetros desde Brasil hasta el gramado del Atanasio Girardot. Iban a jugar una final que nunca se disputó.
“Llamé a mi papá y él dijo que por esa pesadilla no iban a cancelar el último partido de la Copa Suramericana. Yo no quería viajar”, así recuerda Helio la noche del 25 de noviembre de 2016.
Desobedeció el presentimiento y, tres días después, abordó el vuelo 2933 de Lamia.
Desde Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, despegó el vuelo fatal.
Eran las 10:30 de la noche y los pobladores de la vereda Pantalio, en La Unión, fueron testigos del accidente aéreo. En Cerro Gordo, ese día, murieron 71 personas.
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Pasaron 1.826 días para que Helio regresara a la montaña donde su pesadilla se hizo realidad.
Dijo que encontró paz. Tomó la tierra donde perecieron sus compañeros y ayudó a sembrar 71 árboles. Entonces recordaron su rescate.
En la madrugada de ese 28 de noviembre las esperanzas de encontrar sobrevivientes parecían nulas. La temperatura marcaba los 2 grados, había neblina y la lluvia obligó a la evacuación de los socorristas.
El único que se quedó fue el teniente de la Policía Marlon Lengua. Bajo las latas retorcidas alcanzó a escuchar un quejido: el de Helio Neto, el último sobreviviente.
Esa es una de las escenas que promete la película dirigida por Gustavo Nieto Roa, quien cataloga el filme como “una historia de vida, muerte y que lleva las emociones que genera el fútbol”.
Según Helio, esta es una oportunidad para agradecer a la vida y recalcó que le emociona el proyecto porque con él esperan ayudar económicamente a las familias de las víctimas “que siguen esperando justicia”
Cazador de historias. Futbolista frustrado: me tocó gambetear con las palabras.