La llegada de Lewis Hamilton a la Fórmula 1 en 2007 fue el huracán que necesitaba el circuito tras el retiro del alemán Michael Schumacher en 2006.
El irreverente británico de 22 años se convirtió esa temporada en el primer piloto en la historia de F-1 en alcanzar tres podios en sus tres primeros grandes premios. Fue la señal inequivoca de que el automovilismo estaba ante una figura excluyente.
Ayer, Hamilton obtuvo su quinto título de F-1 tras el cuarto lugar en el Gran Premio de México, en el que alcanzó la diferencia necesaria para hacerse inalcanzable, con 358 puntos, del alemán Sebastián Vettel que sumó 294 unidades a falta de dos carreras, en Brasil y Abu Dabi.
A lo largo de la temporada, Lewis logró 9 triunfos: Japón, Rusia, Singapur, Italia, Hungría, Alemania, Francia, España y Azerbaiyán.
Vettel logró cinco triunfos, el finlandés Kimi Raikkonen, tercero en la clasificación (236), alcanzó una victoria y el holandés Max Verstappen triunfó en dos grandes premios, incluyendo el de ayer.
“Es un momento increíble y surreal, poder igualar a Juan Manuel Fangio con Mercedes, al igual que lo hizo él”, expresó el piloto de 33 años, en referencia al registro de cinco títulos con los que iguala al mítico corredor argentino. Ahora, solo están por delante los 7 títulos de Schumacher.
Recientemente, el bicampeón de F-1 Fernando Alonso sostuvo que para él, Lewis estaba entre los cinco mejores de la historia junto a “Schumi”, Fangio, Alain Prost y Airton Senna .