En los últimos 15 años, el monto de recursos propios que un hogar debe aportar para adquirir una Vivienda de Interés Social (VIS) ha aumentado en más de $110 millones. Actualmente, el 85% de la oferta VIS se encuentra fuera del alcance de las familias con ingresos inferiores a dos salarios mínimos. ¿Qué está pasando?