El camino de Camilo Pérez en el fútbol colombiano lo ha llevado por equipos como Atlético Nacional, Envigado, Equidad, Pasto, Once Caldas y ahora Águilas Doradas, al que llegó como refuerzo para la Liga y la Copa Suramericana.
Campeón con Nacional en 2005 y figura el semestre pasado con el cuadro de Manizales, este paisa quiere escribir otra página dorada de su historia deportiva con el onceno que dirige Óscar Héctor Quintabani.
Jugar la Suramericana lo motiva, aunque actualmente su principal reto es ganarse un lugar en la titular y ser protagonista con Águilas en los dos torneos que disputan.
Ya debutó con los dorados, y aunque lo hizo por la lesión de Jhonny Meza confía que con su juego, experiencia y liderazgo convencerá al técnico para quedarse con un lugar entre los once.
“Estoy motivado, trabajando bien para ganarme un lugar en el equipo, lo importante es hacer las cosas bien para que el profe tenga opciones y cuando me necesite estar disponible”, dice el central que ha sido capitán en varios de los equipos en los que ha estado.
En el campo es serio, reservado y cumplidor de las tareas que su puesto le exigen.
Ya son diez años como profesional en los que ha logrado crear un nombre, una historia y un respeto por su capacidad, herramientas que pone al servicio de Águilas.
“Queremos ser protagonistas y para eso lo mejor es trabajar fuerte como lo hemos hecho, para estar en plena forma y responder de la mejor manera cuando el equipo lo requiera”, resaltó el defensor que viene del Caldas.
En Águilas se siente en casa, con viejos amigos, como Felipe Chará, hombres de experiencia como Vladimir Marín y Luis Páez, quienes también llegaron como refuerzo para ser protagonistas.
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