Un verdadero espectáculo brindó este domingo el Deportes Tolima a sus aficionados, como si se tratara de una reivindicación, luego de la dolorosa derrota que sufrió el pasado jueves ante Medellín.
Un grandioso encuentro, sobre todo en el primer tiempo, regaló el onceno Vinotinto y oro a su público, liquidando el duelo en los primeros 45 minutos al derrotar con contundencia 4-1 al Deportivo Cali, por la cuarta fecha del Torneo Apertura.
Con tantos de Marco Pérez, en dos oportunidades, Andrés Ibargüen y Robin Ramírez, Tolima demostró el potencial ofensivo que tiene de medio campo en adelante, pues en cuatro jornadas ha marcado nueve tantos, siendo el más goleador de La Liga Águila I.
Lluvia de goles
Uno de los pecados del cuadro Pijao en el duelo ante Medellín fue la falta de definición, en esta oportunidad el Cali pagó los ‘platos rotos’. El elenco local salió como una tromba en busca de la victoria.
La primera llegada clara del Vinotinto y oro fue a los cuatro minutos, centro de Didier Delgado a Ibargüen, pero no pudo pegarle fuerte al balón y el golero Ernesto Hernández tapó sin problemas.
Pero a los 7’ se abrió el cerrojo ‘verde’; Jonathan Estrada cobró un tiro libre de costado y en el área chica, Pérez anticipó a Hernández para puntearla con su pierna derecha y poner el 1-0.
La ventaja animó más al Tolima, que siguió insistiendo, sobre todo por el sector derecho y rápidamente amplió su ventaja en el resultado.
Gran acción individual de Ibargüen, que eludió a un rival y al borde del área grande disparó rasante al palo derecho del golero ‘azucarero’ que pudo haber hecho algo más y así aumentar el marcador (2-0).
El público vibró con los tantos tolimenses y preveía una goleada por la forma como jugaban los pupilos de Alberto Gamero.
Pero esa alegría iba a ser calmada, momentáneamente, después de que el elenco visitante descontara a los 23’, tras una gran habilitación de Juan David Cabezas a Yerson Candelo, quien le ganó la espalda a Dávinson Monsalve y definió suave al palo derecho de Joel Silva.
A partir de ese tanto, el juego se volvió de ida y vuelta; en el sector del medio campo hubo grandes espacios tanto para tolimenses como caleños, con opciones de anotar para ambas escuadras.
Tolima estuvo cerca del tercero en dos ocasiones, primero a los 38’ cuando Pérez aguantó el balón en el área y rápidamente se dio media vuelta con un fuerte disparo que probó los reflejos de Hernández, quien envió a tiro de esquina.
De ese lanzamiento, Monsalve cabeceó un buen centro de Estrada, pero nuevamente el guardameta visitante intervino y ahogó el grito de gol.
No obstante, la insistencia del Vinotinto y oro tuvo sus frutos a los 42 minutos, después de que Pérez aprovechara una gran jugada colectiva entre Delgado y Ramírez, que lo habilitó con un bello tacón y batió a Hernández con un tiro rasante al palo derecho (3-1).
Cuando se creía que el primer periodo terminaría con ese marcador, apareció la jugada que pagó la boleta a los cerca de tres mil aficionados que colmaron las graderías del Manuel Murillo Toro.
Lanzamiento de esquina del Cali, rechazó Danovis Banguero y le quedó a Ibargüen, quien avanzó 80 metros con el esférico, acumuló cuatro hombres a su alrededor y habilitó a Ramírez, que definió suave al palo derecho del arquero para sentenciar el juego (4-1).
Esa jugada del ‘11’ recordó a las galopadas de brillantes delanteros que jugaron en esta institución como Elson Becerra o Carlos Darwin Quintero, que durante muchos años emocionaron a la hinchada tolimense con esa clase de acciones individuales.
Segundo tiempo, de trámite
En el periodo complementario, Cali tuvo un poco de vergüenza deportiva y salió con actitud de recortar el marcador, pero no generó opciones claras.
Por su parte, el elenco local cedió terreno, aguantando los embistes del contrincante en su propio campo, para sorprenderlos en el contragolpe con Pérez e Ibargüen.
Sin hacer mucho esfuerzo, Tolima estuvo cerca de marcar el quinto que hubiera puesto la cereza al pastel, después de que Estrada intentara una chilena, pero Hernández no lo permitió.
Aunque la alegría de los jugadores se nubló a pocos minutos de culminar el cotejo, ya que Róbinson Aponzá, quien salió lesionado de su tobillo derecho, tras una dura entrada de Rodolfo Reyes y por el gesto de dolor del futbolista, parece que fue grave.
No obstante, este ‘lunar’ no fue impedimento para que los aficionados que asistieron al máximo escenario deportivo del Departamento, salieran con una sonrisa de ‘oreja a oreja’ por el gran juego desplegado por la escuadra Pijao.
